Un nuevo escenario en el medio campo del Sevilla

La teoría es válida hasta que el balón echa a rodar y los rivales te muestran cuáles son tus problemas reales. Antes de arrancar la 15/16, por ejemplo, se consiraba en Nervión que Monchi había creado la mejor plantilla del Sevilla de toda su historia, pero bastó que el Atlético de Madrid pisase el Sánchez-Pizjuán en la jornada 2 (30 de agosto) para que Unai Emery se percatase de que no era así: le faltaba velocidad por fuera. Simeone ideó un bloque defensivo alto y alejó muchísimos metros de Oblak a los blanquirrojos, sin nadie que pudiese romper en velocidad (Reyes, Vitolo y Konoplyanka eran de balones al pie, y Llorente no tenía posibilidad de recibir centros laterales en el área). No hubo tiempo para solucionarlo y el entrenador vasco acabó entregándose a las transiciones rápidas por dentro. Por suerte, contaba con Gameiro. 

A Eduardo Berizzo, por circunstancias parecidas (atisbó rápido que su centro del campo no funcionaba), le ha venido de maravilla el parón para analizar qué ha hecho bien o mal su equipo y ha actuado en consecuencia, dejando en la rueda de prensa previa al partido ante el Eibar varias pistas sobre cómo ha terminado de definir los roles de sus jugadores, una vez que ya está cerrada la plantilla y tras determinar, poco antes de acabar el mercado, que necesitaba más otro mediocentro que un nuevo delantero. Así queda el Sevilla de medio campo hacia adelante: 

- Guido Pizarro: le seguía desde su etapa en el Celta y fue una petición personal a Óscar Arias. El internacional argentino parte como pivote titular, incrustándose entre los centrales, encargándose de las coberturas y conectado con los interiores.  

- Johannes Geis: es la solución de última hora para dotar de más físico a su zona ancha, de mucho desgaste por la constante presión exigida por el expreparador del Celta. Será el recambio natural de Pizarro. 

- Steven N'Zonzi: para Berizzo, es más "un 6 o un 8" que un '5'. Es decir, más interior que pivote. O sea, que el francés va a desempeñar el mismo papel que tenía en el Stoke City, la de un jugador de ida y vuelta. 

- Michael Krohn-Dehli: sus continuos problemas físicos también aconsejaron la llegada de Geis. Juega un partido, como mucho, y se pierde otro. En distintas circunstancias hubiese tenido un papel protagonista. Dará descanso a N'Zonzi. 

- Éver Banega: será el interior más adelantado, aunque le perjudica una barbaridad, dada su escasa resistencia, la misión de encimar a los rivales cuando el equipo no tenga el balón.

- Paulo Henrique Ganso: de momento, no se encuentra, aunque tampoco ha estado bien acompañado. Tiene menos físico que el resto, pero más capacidad técnica que muchos juntos. Aun sin jugar bien, puede resultar decisivo. Su última oportunidad.

- Franco Vázquez: peleará con el brasileño por ser el primer recambio de Banega. Pelea, aguanta el balón, los baja y tiene buen golpeo. Encaja bien con el 'Toto'.

- Borja Lasso: se ha quedado fuera ante el Eibar, aun no estando Pizarro, Krohn-Dehli ni Banega, lo que invita a pensar que va a jugar poco. La competencia en su puesto es brutal.

- Walter Montoya: a Berizzo le gusta. Lo extraño es que aún no le ha colocado en su puesto natural, el de interior, sino por fuera. El sustituto de Jesús Navas.

- Pablo Sarabia: le penaliza jugar en casi todos los puestos y no asentarse en ninguno. Es el caro precio del jugador versátil, al que los técnicos prefieren tener en el banco de comodín. Tendrá que pelearle el puesto de extremo zurdo a Nolito.

- Joaquín Correa: pese a sentirse mejor como extremo zurdo, la decisión de fichar otro mediocentro en lugar de un nuevo punta le coloca como nuevo tercer punta. Ante el Eibar, será el segundo, al quedarse Muriel fuera, aunque Berizzo también le usará en algunas ocasiones pegado a la cal.  

Al menos, ésta es la idea del entrenador del Sevilla hoy día. Quizá mañana los rivales le inviten a tener otra.