El viernes, tras el empate cosechado ante el
Standard y en la previa al importante partido de hoy ante el
Villarreal, reflexionaba
Unai Emery en su blog personal sobre la importancia de no salirse del camino marcado en el seno del vestuario sevillista; una mentalidad humilde, y a la vez ganadora, que hace buena la máxima de
Antonio Machado en Campos de Castilla. Ese ‘caminante, no hay camino; se hace camino al andar’.
Una lectura que el de
Hondarribia, obsesionado por encontrar la perfección en su fútbol, resume en una frase concisa que detalla lo que busca: ‘Cada paso, una meta; cada meta, un paso’. Un planteamiento que pone de manifiesto la idea del vasco, evitando eludir la presión añadida de estar colocado en los puestos altos de la clasificación y que recuerda a los suyos que el
objetivo marcado no es otro que el de luchar por los tres puntos en juego.
Y como muestra, un detalle. Ese de programar el entrenamiento de ayer a las 18:00 horas, justo a la misma hora que
Gil Manzano pitaba el inicio del Clásico en el
Santiago Bernabéu. Algo que pone de manifiesto una vez más el hecho de que
Emery quiera abstraer a los suyos de todo el entorno que les rodea, haciéndoles ver que lo único importante hoy es el
Villarreal y que luego, a partir de las nueve de la noche, será el
Sabadell, próximo rival del
Sevilla en Copa.
'Al andar se hace camino y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar', seguía
Antonio Machado en sus ‘Proverbios y Cantares’. Y en esas anda
Emery, haciendo buenos los empates a domicilio en Europa y recordando que los puntos que no se consigan nunca volverán. En definitiva, una búsqueda de la felicidad a corto plazo, esa que propiciaría una victoria hoy ante el
Villarreal y que nada tiene que ver con la posibilidad de poder ser colíder.