Siete motivos para (no) querer 'matar' a Lopetegui

Antonio José MedinaAntonio José Medina
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Siete motivos para (no) querer 'matar' a Lopetegui
- A. J. Medina
"El final del partido parecía un guion de Hitchcock", dijo ayer Lopetegui. Tal vez la jugada surrealista con que se decidió el triunfo ante el Eibar condensa a la perfección la angustia vivida en el Sánchez Pizjuán en muchos encuentros a lo largo de la temporada. Esa incertidumbre ha creado unas dudas en torno a la figura de este entrenador que, en condiciones normales, no existirían. Sobre todo si analizamos lo conseguido hasta ahora sin que la emoción, las sensaciones y los sentimientos distorsionen una realidad muy diferente a como la vivimos. Con este Sevilla se sufre, pero por regla general ese sufrimiento tiene un final feliz. Y eso, una vez, puede ser casualidad, pero 46...


1. Un equipo difícil de batir
Tal vez por esa angustia con la que los aficionados acaban muchos partidos y esa sensación de poder lograr más deja apreciar la bestialidad de los números de un equipo que ha perdido... 6 partidos de 34 en Liga. Los dos ante el Madrid y en el Camp Nou, algo que puede entrar dentro de la lógica, la injusta derrota en casa ante el Villarreal, la incomprensible 'desaparición' de Eibar con 0-2 y aquel horrible partido en Vigo en el que Aspas y Sisto -en el 90'- hicieron justicia y castigaron el bajón sevillista tras el descanso.

2. El segundo mejor equipo a domicilio
Y qué decir de su fiabilidad fuera de casa, donde ha ganado casi la mitad de los partidos que ha jugado (8 victorias, 5 empates y 4 derrotas). Recuerdo aquellos tiempos en los que el Sevilla pasaba más de un año sin lograr ganar tres puntos a domicilio. Y entonces lo dirigía el técnico con más títulos europeos de la entidad (Emery) y el siempre 'divertido' y bien valorado Sampaoli.

3. ¿Cuándo perdió la última vez?
Tambien por esa serie de cuatro empates tras el derbi, que hizo zozobrar a las opciones de Champions, ha dejado en segundo plano que este equipo lleva once partidos sin perder. Sólo Emery había logrado superar la decena. Y Jiménez... pero entre dos temporadas.

4. Un éxito construido desde la defensa
Veintiún partidos con la portería a cero... de 34. Si no te marcan, no pierdes. Y si no pierdes, con seis puntos de ventaja y teniendo el Villarreal que enfrentarse al Madrid parece difícil que la Champions se escape. Lopetegui ha construido sus triunfos desde la defensa y, como Simeone o Zidane este año, cuando se logra, la mitad del trabajo está hecho.

5 Más ataque...
Y que pese a que da la sensación de ser un equipo rácano, que toca y toca y no define, es el quinto que más marca, el quinto que más remata y el quinto que más asistencias da en este campeonato.

6. La historia también le ampara
Veinticuatro triunfos en 46 partidos -incluidos los de Europa League y Copa- son su bagaje hasta ahora, lo que hace una media de 1,87 puntos por partido, superior a los 1,78 de Emery, los 1,76 de Jiménez o los 1,75 de Sampaoli. Sólo Juande Ramos, con sus dos temporadas mágicas, le supera. En ellas alcanzó una media de 1,98 puntos por encuentro.

7. Una plantilla muy bien aprovechada
Ha sabido aprovechar una plantilla que tiene unas carencias que los resultados han tapado y en la que se está viendo, ahora que está obligado a rotar, que si ha puesto a unos en detrimento de otros ha sido porque estaban mejor. Se ha visto que si Koundé, una vez se adaptó, Diego Carlos o Fernando han sido titulares indiscutibles fue por algo; que si Munir juega ahora más que Suso es porque se lo merece; que si Escudero está entrando ahora más que antes es porque no se parece a ese exjugador de comienzos de temporada o porque no hay tanta diferencia actualmente entre su rendimiento y el de Reguilón; con Ocampos y Navas sobran las palabras... Tan sólo podría haber alguna duda con la delantera, ya que dio poca bola a Dabbur o Chicharito, pero incluso ahí ha demostrado que cuando a sus dos delanteros -el titular y el que le suele suplir- los ve bien, ambos acaban jugando.

Y a pesar de todo hay quien tiene ganas de 'matarlo'. Razones tendrá, aunque los números del técnico vasco, hasta ahora, son incuestionables. Sin embargo, no está todo logrado y, de hecho, tres de los cuatro partidos que quedan están entre los más difíciles de la temporada. "Son todos finales", dijo ayer. Tal vez ése, que nunca se moje, sí sea un motivo para desesperarse.
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