Real Betis-FC Barcelona: La madre de todos los desafíos

El derbi supuso un espaldarazo impagable para Setién y su estilo, generando además una inercia positiva que se confirmó como inflexión al imponerse de nuevo los verdiblancos al Leganés, otra vez fieles al ideario del santanderino y a su discurrir en la primera vuelta, cuando han sido contundentes en el área contraria y febles en la propia. El intercambio de golpes funcionó en Nervión, el mejor escenario posible, pero este domingo se enfrenta a una prueba de fuego, a la madre de todos los retos.

El Barcelona es, para este Betis, un espejo pintiparado. Sistemas aparte, el cuadro azulgrana es un ejemplo en automatismos a la hora de sacar el balón jugado desde atrás, labor en la que su portero es un elemento indispensable, y en presión tras pérdida. Sin olvidar la pegada, que aparece a balón parado, con generación completa o en transiciones para castigar errores ajenos. No en vano, aunque los de Valverde vienen de perder (en Copa del Rey, tras desperdiciar un penalti y muchas ocasiones para ganar, eso sí), siguen invictos en LaLiga, que comandan con puño de hierro ahora que alborea la segunda vuelta.

Tratará Setién de romper su gafe en el banquillo ante los culés (cuatro derrotas en otros cuatro enfrentamientos, aunque sí metió mano el curso pasado con Las Palmas al Athletic del ‘Txingurri’) siendo él mismo. Ha convencido durante la semana a sus futbolistas, como viene haciendo desde agosto, de que se puede ganar a un oponente de la talla del Barça sin traicionar aquello en lo que creen. Un órdago mayúsculo que se ve, de nuevo, condicionado por los problemas en la zona de contención.

Así las cosas, Feddal regresa de sanción directamente al once, pero su plan inicial de encajar a Mandi en el lateral diestro, dejando en el eje de la zaga bien a Jordi Amat (con lo que Javi García volvería a ser pivote y Boudebouz sería el sacrificado) o bien al muleño (con lo que Fabián y Guardado se encargarían de nuevo de la elaboración y el ex del Montpellier vería amenazado su puesto por Camarasa), se ha visto afectado por el esguince de tobillo que sufrió el zaguero franco-argelino, duda hasta última hora. Adán sí superó sus molestias, como Francis. Incluso, Barragán se unió ayer al grupo.