Una cocción a dos velocidades

La primera goleada de la temporada del Betis llegó en un partido que tuvo dos lecturas. Una, hasta el descanso, en el que el equipo verdiblanco se encontró con un Dudelange más respondón de lo esperado, pero que acabó metido en su área; y, otra tras el paso por los vestuarios, cuando los verdiblancos le imprimieron una marcha más al partido e hicieron valer su condición de equipo favorito ante la 'Cenicienta' del grupo.

 

Estaba sobreaviso el Betis. Los luxemburgueses pusieron en serios apuros al Milan, ante el que perdieron por la mínima en la primera jornada. Bien colocados, solidarios en el esfuerzo y con una buena salida de balón, los de Topmöler le pelearon la posesión al principio a los verdiblancos, a los que les faltaba intensidad y les sobraba suficiencia. Sin embargo, el Betis tiró de paciencia y masticó el encuentro hasta que se hizo con el control. Sin embargo, no terminó de encontrar la profundidad. Y eso que tenía vía libre por los costados, donde el Dudelange sufría en exceso. La única solución que encontraba eran los constantes centros desde la banda, pero nunca encontraban rematador. Se echaba en falta un jugador que rompiera entre líneas.

Con el paso por los vestuarios, el equipo imprimió una marcha más, suficiente para que se impusiera la lógica. El gol de Sanabria abrió el partido y el Betis, con la velocidad de Lo Celso y Joaquín, aprovechó al máximo los espacios y sentenció con goles del propio argentino, tras una gran combinación con el paraguayo, y de Tello, que se reservó para el final.

Sergio León sigue insistiendo
El delantero de Palma del Río, Sergio León, fue la cruz en el encuentro de ayer. El ariete sigue sin ver portería, pero no será por falta de insistencia. Lo intentó de todas las maneras, pero no le asistió la suerte. Tuvo una clarísima al inicio de la segunda.