El 2-1 en
Villarreal ha sido el único borrón bético en los
ocho partidos oficiales que ha disputado en las últimas seis semanas y media. Un resultado y un rendimiento decepcionantes para un equipo, el verdiblanco, que pareció aprender desde entonces la lección. Menos brillante y desatado que en el
Camp Nou, pero tremendamente más sólido, el conjunto que adiestra
Quique Setién lleva tres encuentros sin encajar y ganando, el mejor remedio para las dudas, aunque bien haría en aprovechar la inercia y la confianza generadas en esta fase para abrochar de la misma forma este póquer seguido de comparecencias en el
Benito Villamarín, su reto pendiente, que quedaría saldado con muchos premios extra.
Para empezar, imponerse esta noche al
Rayo Vallecano implicaría un salto en la clasificación que, dependiendo de otros resultados, podría llevarse a puestos europeos o, como poco, a su antesala. Pero, además, los heliopolitanos rememorarían su pasado más glorioso, aquella escuadra abrumadoramente solvente en defensa y eficiente de cara a puerta. Una máquina de ganar, muchas veces por castigo, que terminó aupándose, merced a su espléndida segunda vuelta de la
temporada 17/18, a la zona que daba derecho a jugar la
UEL. Sin perder nunca su esencia protagónica y vistosa, aunque priorizando el marcador cuando el electrónico camina hacia su epílogo y nadie te recriminará que nades mientras guardas la ropa.
La recta final frente a la
Real Sociedad es un buen ejemplo de que la mejor defensa es la que se ejerce con el balón y en campo ajeno, desde donde es más complicado que te hagan daño. Sea como fuere, vencer siempre parece bonito, sobreponiéndote a las adversidades, con un poco de fortuna o aplastando deportivamente al rival. Huelga decir que la mayoría prefiere esta última vía, pero que nadie desdeña el cómo cuando el qué se traduce en una sonrisa de oreja a oreja. Como ésa que lleva ya diez días dibujada en el rostro del beticismo.
Ante el penúltimo de Primera, la única duda que alberga Setién será la presencia o no de
Canales, sustituido al descanso en la vuelta copera ante el
Racing por unas molestias en la rodilla que no preocupan, aunque quizás aconsejan un descanso para el fino interior zurdo.
Su paisano podría reservarlo para la visita a
Cornellà-El Prat dentro de una semana, dado que está sancionado para la sexta jornada de la
Europa League, si bien precisamente este condicionante justificaría un pequeño esfuerzo hoy. De no hacerlo, el míster podría repetir con
Kaptoum, brillante en el torneo del K.O., junto a
Carvalho en el eje de la medular, retrasar a
Lo Celso o mantener ahí a
Javi García, puesto que el resto de la alineación parece definida.
Pau López retornaría bajo palos, con
Mandi, Bartra y Sidnei por delante, amén de
Francis -que apostara por
Tello en la derecha sería una sorpresa- y
Junior abiertos.
Loren será la referencia y
Joaquín andará cerca, siendo
Boudebouz la alternativa más probable a
Canales.