La lección de vida de Lo Celso

La lección de vida de Lo Celso
- Isabel Morales
Isabel MoralesIsabel Morales4 min lectura
Giovani lo Celso está sin lugar a dudas en el mejor momento de su carrera. Los números no engañan y, a estas alturas de la temporada, no es sólo el máximo goleador verdiblanco con siete dianas, también puede presumir de estar firmando su mejor marca personal tras superar los seis goles que anotó con la camiseta del PSG en 54 partidos.
A sus 22 años, el centrocampista argentino está protagonizando una carrera meteórica -debutó el 19 de julio de 2015, hace menos de tres años y apenas un año y medio después lo fichó el PSG-, pero está demostrando una madurez futbolística y personal impropia de su juventud.

Puede que en ello tenga mucho que ver que el rosarino haya encontrado la estabilidad que le faltó en París para brillar y, por supuesto, su particular visión de la vida, en la que prima el 'carpe diem'. "Si hay algo que me enseñaron es a disfrutar cada momento. Trato de disfrutar cada entrenamiento, de mis compañeros, dentro del campo, porque estoy haciendo lo que me gusta. Cuando era niño soñaba con esto, con jugar la Champions, pero no imaginaba que pudiera pasar tan rápido. Hoy en día, que estoy haciéndolo, trato de disfrutarlo porque todo pasa muy rápido", recordaba ayer Lo Celso en el programa 'Heliópolis' de Betis TV, en el que profundizó un poco más en sus orígenes humildes, que le han marcado a lo largo de su corta pero intensa trayectoria profesional.

"Siempre tengo muy presente mis raíces. Y cuanto más tranquilo estoy, mejor. Siempre trato de mantener esa línea que es la que me inculcaron en casa, la familia, mis padres. Si hay algo que me dijeron siempre es que tuviera los pies en la tierra. Soy joven, no me marean las cosas que pasan alrededor del fútbol. Me han pasado muchas cosas en muy poco tiempo de carrera, pero si uno no está tranquilo le puede costar un poco más".

Criado en la cantera de Rosario Central, Giovani reconoció el día de su debut con el primer equipo como "el día que cambió" su vida. "Pasaron muchas cosas en muy poco tiempo y si no tuviera la contención de mi familia, no podría hacer lo que mejor sé hacer y disfrutar de ello. Lo más bonito de esta profesión es disfrutar de lo que haces", continuó el bético, que está deseando que lleguen las vacaciones de Navidad para volar a su país para reunirse con la familia.

Fue precisamente a su familia a quien más echó de menos cuando dio el salto de su Rosario natal a París en julio de 2016, aunque allí encontró a Di María, al que siempre ha considerado su "ídolo", y del que asegura que no tendrá tiempo "para agradecerle" todo lo que hizo por su adaptación a Europa.

Ya en el Betis, Gio ha conseguido convertirse en la gran referencia verdiblanca, pero huye de quienes tratan de compararle con el rosarino más ilustre del mundo del fútbol, el azulgrana Leo Messi. "Yo ni arrancaría a hablar de eso porque Messi hay uno sólo. Cuando uno escucha eso... la verdad es que no me gusta porque no tiene mucho sentido. Vemos cómo nos sorprende partido tras partido, nos llena los ojos a todos los futboleros. Todos los argentinos estamos agradecidos de que sea nuestro y que siga haciendo esas cosas cada fin de semana", terminó.
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