La impronta de Rubi

La impronta de Rubi
- Óscar Murillo
Óscar MurilloÓscar Murillo 14 min lectura
Metódico, trabajador hasta la extenuación, analista, versátil. Rubi colecciona elogios de su último destino, pese a que, como confesó él mismo, no ha salido del Espanyol como le habría gustado. Su impronta es, no obstante, muy positiva en la Ciudad Condal, donde los que han estado cerca de su labor alaban la gestión de la plantilla blanquiazul, que ha revalorizado en su gran mayoría, así como el crecimiento que ha experimentado en lo que podría considerarse un máster. Su primera experiencia completa de principio a fin en la elite del fútbol patrio.

ESTADIO Deportivo ha charlado con cuatro periodistas que cubren a diario la información del conjunto 'perico', que desgranan para este periódico las claves de un preparador casi desconocido para el gran público. Lo definen como una especie de Setién 2.0, porque el de Vilasar de Mar también ha conocido la cima y la sima en apenas una campaña como espanyolista, viéndose obligado a rectificar. O, por decirlo de otro modo, a matizar sus planteamientos tácticos para corregir errores, para equilibrar a un plantel que comenzó la 18/19 como un tiro, llegando a pelear por el primer puesto de la clasificación, pero que entró en barrena, hasta el punto de descolgarse de una zona europea a la que se enganchó en la recta final, gracias a una reacción en la que tuvo mucho que ver el aspecto táctico. Una vuelta de tuerca, también en el dibujo, sin perder una esencia osada, protagonista y combinativa, aunque más vertical y ecléctica, a la postre, de lo mostrado por el míster cántabro estos dos años en tierras heliopolitanas.

Sea como fuere, a Ferrer Sicilia le espera aquí un salto mortal, habrá que ver si con red o sin ella. Algo así como una tesis doctoral a tres años vista, pero con exigentes exámenes parciales por parte de una afición que no quiere bajarse del escalón que han subido deportiva e institucionalmente. Al 'maresmenc' se le presenta el gran reto de su carrera, para el que se considera suficientemente preparado y curtido.

Quique iglesias (Cope Barcelona): "Estudia todo al detalle y le echa más horas que nadie" 
"Rubi es un buen tío y un gran trabajador.  Le echa más horas que nadie, además de contar con un equipo técnico muy de su cuerda. Están muy unidos, como una familia. Estudian todo al detalle, minuciosamente, sobre todo las jugadas de estrategia, así como todas las variables. Es un amante del 1-4-3-3, aunque, al final, con la mala racha del Espanyol, a final de temporada tuvo que variar al 1-4-4-2 (con rombo), que le fue mucho mejor. Le gusta tener la pelota muy arriba, pero eso, claro, es un riesgo, porque los centrocampistas tienen que correr mucho hacia atrás cuando pierden el balón, por lo que ahí hay ya  más problemas. Los jugadores se sienten muy a gusto con él, muy arropados, ya que están muy bien informados de todo, también de los rivales. Ven que el equipo está muy trabajado táctica y físicamente. Como hizo en el Huesca, con el Espanyol ha acabado muy bien la temporada. Seguro que ahí también suma muchos puntos al principio, como aquí, y también al final. Con la afición siempre le fue bien, pero, como ha acabado aquí con el ambiente tan enrarecido, habrá un antes y un después, lógicamente. El día del último partido ante la Real Sociedad, Rubi era un referente y  un ídolo. Ahora, las cosas han cambiado, porque   la gente lo ve de la  manera que lo ve".

Joan Camí (Pericos on line-Radio Marca y Ser Barcelona): "No es tan radical como Setién, pero también quiere ser protagonista"
"Se trata de un entrenador muy metódico, que le da mucha importancia al análisis de los partidos y los rivales. Tanto él como su cuerpo técnico dedican muchas horas, quizás demasiadas, a tener todo controlado. Cuentan con una base de datos brutal de todos los equipos de Primera y de Segunda. Graban también los entrenamientos, por lo que tienen unos archivos de vídeo brutales. Le da también mucha importancia a la charla con el jugador; durante la semana se va reuniendo con muchos a nivel individual o por líneas, tanto para corregir y mejorar como para aportar nuevos conceptos. Es un entrenador atrevido, valiente, que quiere siempre ser protagonista con el balón, pero tiene también adaptabilidad. Creo que en el Betis, teniendo en cuenta la plantilla que tendrá, va a ser más protagonista incluso con el balón. En el Espanyol empezó así, pero tuvo que cambiar. Es cierto que, durante una parte de la temporada, fue algo inflexible con el sistema (1-4-3-3) y el perfil de los jugadores, pero, al final, optó por un 1-4-4-2, con un pivote más, que le dio grandes resultados. En la mayoría de los partidos, el RCDE no ha ganado la posesión a su rival, pero él prefería potenciar otros aspectos, como el juego directo, la transición rápida, etc. No es tan radical como Setién en ese sentido, pero sí coinciden en querer el balón (por eso, la mayoría de sus centrocampistas son asociativos), sacarlo jugador desde atrás e instalarse en el campo rival, controlando el avance del contrario con la presión tras pérdida”.
Sus equipos son versátiles. Por ejemplo, en el Bernabéu sabe que tendrá que defender mucho y, en El Alcoraz, llevar la iniciativa ante situaciones más estáticas. Aunque parece distante, y lo es, tiene un buen trato con el jugador. No ha habido problemas internos con ninguno; todos hablan bien de él y de su cuerpo técnico. De lo mejor que ha hecho aquí es la revalorización de la plantilla. Casi todos (80%) los futbolistas son mejores que cuando llegaron. Y eso habla muy bien de su gestión".

Roger Requena (Diario Ara): "En vez del clásico pivote de músculo, juntó a tres creativos con solidaridad"
"Como entrenador, me parece que ha hecho un trabajazo impecable con los jugadores que tenía en el Espanyol. Fueron de menos a más, luego aflojaron un poco en resultados (no futbolísticamente) y remontaron al final. Ha sido siempre el más positivo de todos, porque, cuando encajaron nueve derrotas en diez partidos, decía que, ganando dos, se enganchaban. Los jugadores creyeron en él y han ido a Europa. Desde el principio, empezó trabajando el 1-4-3-3, pero bastante flexible. Me comentó en una entrevista que, en vez de utilizar el clásico pivote defensivo con músculo, prefirió juntar a Marc Roca, Granero y Darder, tres creativos que trabajan también, sin sacrificar a uno de ellos para que sólo defienda. Es un tema de solidaridad, porque quiere que todos se impliquen para recuperar el balón más rápido, pero que sepan tocarla. En la racha de malos resultados, varió un poco; Melendo creció y lo situaba como interior o de falso extremo, algo parecido a Lo Celso, reforzando dos puestos con esa pieza. Terminó casi con un 1-4-4-2, apostando más por Víctor Sánchez para meter músculo, pero prefiere el 1-4-3-3. A nivel defensivo, sorprendió mucho, porque se presentó como un técnico valiente, pero el primer mes o mes y medio de pretemporada trabajó casi exclusivamente los conceptos defensivos. Esta temporada, el Espanyol ha sufrido en campos como los del Getafe o el Eibar, pero ante Madrid, Barça, Atlético y así, en balones aéreos, ha sido un equipo muy sólido. En lo que respecta a la cantera, ha apostado por Adrià Pedrosa, que se comió a Dídac y jugó de titular todo el tramo final. Rubi lo conocía perfectamente, porque tenía una gran comunicación con David Gallego, que ahora será su sustituto. Ha subido a Lluis López, a Puado, a Álex López... Melendo y Marc Roca han sido de los mejores, tras casi no jugar con Quique Flores. Ha revalorizado a toda la plantilla, sobre todo a los jóvenes. Se los ha ganado,  y eso, indudablemente, es un gran mérito suyo. La afición le cuestionó bastante. Más la grada que el club, que nunca dejó entrever que su cargo corriera peligro. Rara vez se mantiene a un técnico que pierde 9 de 10 partidos. Aquí, ha pasado de héroe a traidor, pero es lógico, porque no se ha contado todo y la gente se queda normalmente con el titular, no con el contenido  de la información. Ha tenido un trato muy bueno con los medios. Sólo habla de fútbol; no se mete en polémicas ni responde a provocaciones. No suele dar titulares fuera del fútbol. Es muy analítico, metódico y muy trabajador. Se implica mucho y lo vive con mucha pasión esto del fútbol.

Carlos Fanlo (Diario La Grada)
"Para mí, dejando de lado una salida del Espanyol en la que creo que le han fallado las formas, es un entrenador, que le puede venir muy bien al Betis, porque dibuja una línea continuista con Quique Setién. Hacía años que aquí no veíamos al equipo jugar así al fútbol, tratar tan bien la pelota. Tuvo un bajón profundo a mitad de temporada (3 puntos de 33), pero yo lo achaco más al nivel de la plantilla. El vestuario ha estado a muerte con él siempre, incluso cuando las cosas estaban muy mal. Eso habla muy bien de él, porque se supo ganar a los jugadores. Lo conozco desde que entrenó al Espanyol B hace más de una década y, aunque conserva la esencia de querer ser protagonista con el balón, ha evolucionado muchísimo. Prepara muy bien los partidos, cómo hacer daño a los rivales y cómo evitar que te hagan peligro. Tiene súper estudiado tácticamente a los oponentes. Se sabe adaptar a quién tiene enfrente; no tanto adaptarse, sino tener controladas todas las situaciones. Al Betis, en Liga, le juega con cinco atrás, por ejemplo. Sí es cierto que le costó cambiar su 1-4-3-3 por el 1-4-2-3-1 (o 1-4-4-2 con rombo), que luego le fue tan bien. Hasta que no se empezó a hablar de destitución, no varió. A base de derrotas, dejó de ser cabezón y mejoró, dando ese paso adelante que le ha metido al final en Europa. Ahora mismo, no está encorsetado en un sistema concreto, como sí pareció tras el arranque de temporada. Pero siempre queriendo ser protagonista y teniendo el balón. Decía que su idea era ser ambiciosos, ir a por 1-0 y no conformarse luego con ganar por la mínima, sino buscar el segundo y el tercero.
Creo que el Rubi que se va a encontrar el Betis, que ha tenido en el Espanyol el primer proyecto entero de principio a fin en Primera, es mucho más maduro. Para mí, el año bueno de Rubi va a ser el de la 19/20. En el Espanyol se ha basado mucho en Borja Iglesias, en tener un buen delantero centro. Y la llegada de Wu Lei le dio un balón de oxígeno. Defensivamente, el equipo ha sido una montaña rusa; empezó muy bien, pero, durante el bajón, con las lesiones de Hermoso, David López y Naldo, hubo demasiadas desconexiones. Cuando empezaron a recuperarse, la fortaleza atrás regresó".
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