No estuvo bien el Real Betis en el día de ayer. El Getafe, de la mano de
José Bordalás, volvió a dar un máster en el Villamarín durante la primera mitad, como hiciera en el curso pasado, donde fue superior.
Rubi inició con un
1-4-3-3, con William Carvalho en la base y con un Canales activo en la elaboración del juego para llevar el mando, pero desde el principio se vio cómo la táctica impuesta por Bordalás desarboló el plan verdiblanco.
Ahogó la salida de balón bética con una presión alta y aprovechó los errores que provocaba en el centro del campo local. Fruto de ello, llegó la expulsión a Carvalho, que acabó en la caseta antes de tiempo por querer evitar el segundo tanto rival.
A partir de ahí, el Betis tuvo que cambiar el plan y pasó a formar con un 1-4-2-2-1, con
Canales y Kaptoum iniciando y Fekir y Joaquín enlazando con un Borja Iglesias muy aislado. Llevó el mando, pero siempre con la complacencia del Getafe, que esperaba su oportunidad para cerrar la contienda.
Tras el descanso, Rubi
arriesgó, más incluso que contra el Valladolid. Quitó a Kaptoum, demasiado errático, e introdujo a Loren programando un 1-4-3-2 con Canales de pivote acompañado por Joaquín y Fekir en la medular. Se la jugó a todo el talento que tiene y le dio resultado gracias a una jugada aislada, en la que Loren conectó con Fekir para forzar un penalti, y a la mala lectura del Getafe, que no mató el duelo.
Al final, el Betis estuvo, otra vez,
limitado por sus propios errores, los cuales le condenan en una LaLiga tan igualada, en la que ni se perdona ni se regala nada.
La jugada que marcó el dueloUn pase comprometido de Kaptoum a William Carvalho produjo una pérdida bética en zona peligrosa que obligó al luso a parar Arrambarri con falta costándole la roja. A partir de ahí, el choque se le puso cuesta arriba al Betis, que sacó, al final, un punto.