Desde su llegada en diciembre de 2015 al
Betis, Haro y Catalán han tenido siete entrenadores diferentes. Cuando llegaron al consejo del
Betis aún estaba
Pepe Mel como técnico -Ollero era aún presidente- y desde entonces han pasado por la entidad
Juan Merino, Gustavo Poyet, Víctor Sánchez del Amo, Alexis, Quique Setién y Rubi. A pesar de que únicamente
Quique Setién acabó sus dos temporadas al frente del banquillo verdiblanco,
Haro y Catalán han demostrado tener mucha paciencia con sus técnicos.
Entre la llegada de
'Ahora, Betis, ahora' y la destitución de
Pepe Mel, sólo trascurrieron tres partidos. La solución adoptada por el consejo fue colocar a Juan Merino, que estuvo las 19 jornadas de la segunda vuelta logrando holgadamente el objetivo de la salvación y sumando 25 partidos en esas jornadas con seis victorias, siete empates y seis derrotas, para sumar el 43% de los puntos posibles.
Para el inicio de la 16/17
Haro y Catalán ya eran presidente y vicepresidente y eligieron para su primer proyecto a
Gustavo Poyet. La apuesta no salió nada bien y el uruguayo fue destituido en la jornada undécima, con once puntos de 33 posibles (33%) con tres victorias en esos once partidos.
La apuesta para suplir a
Poyet fue
Víctor Sánchez del Amo. El madrileño duró en el cargo 25 partidos en los que sumó las mismas victorias que tiene actualmente
Rubi y sumó 30 puntos de 75 posibles (40 por ciento). Fue despedido tras una racha de dos victorias en ocho partidos.
Alexis tomó el relevo y dirigió al equipo las dos últimas jornadas, en las que sumó dos empates.
Tras los fiascos anteriores, el
Betis apostó por Quique Setién, que en su primera temporada logró llevar al equipo a Europa, aunque no lo hizo sin pasar antes por turbulencias importantes. Y es que el cántabro tuvo una racha peor que la que le costó el puesto antes a
Poyet o a Víctor, pues entre octubre y diciembre sumó un único triunfo en ocho partidos y, además, fue eliminado de la
Copa del Rey. La paciencia entonces dio frutos y el
Betis regresó a la competición continental.
Un año después se repitió el ejercicio de paciencia de la directiva con
Quique Setién, que sobrevivió a una racha de una victoria en nueve partidos. Entonces
Serra propuso su destitución en uno de los desencuentros que acabó con el de
Sa Pobla fuera de la entidad. El cántabro se despidió con 110 puntos de 228 posibles, logrando el 48 por ciento de ellos.
En la actualidad, Rubi sobrevive a una racha de dos victorias en los últimos nueve duelos y ya salvó un match ball tras lograr una victoria en siete encuentros entre las jornadas siete y trece.
Entrenadores con 'Ahora, Betis, Ahora' (partidos de LaLiga).
Con Ollero como presidente:
Pepe Mel - 3 partidos, 0 puntos, 0% de puntos conseguidos.
Juan Merino- 19 partidos, 25 puntos, 43% de puntos conseguidos.
Con Haro y Catalán de presidente y vicepresidentePoyet - 11 partidos, 11 puntos, 33 por ciento de puntos posibles. Destituido tras una serie de 3 victorias en nueve partidos.
Víctor Sánchez del Amo - 25 partidos, 30 puntos, 40 por ciento de puntos posibles. Destituido tras una racha de dos victorias en ocho partidos.
Alexis Trujillo - 2 partidos, dos puntos, 22 por ciento de puntos posibles.
Quique Setién - 76 partidos, 110 puntos, 48 por ciento de los puntos posibles. Sobrevivió a una racha de una victoria en ocho partidos en la 17/18 y a otra de una victoria en nueve partidos en la 18/19.
Rubi - 25 partidos, 30 puntos, 40 por ciento de puntos posibles. Aguantó ya una racha de una victoria en siete partidos y actualmente está en otra de una en nueve encuentros.
Entrenadores destituidos en Primera división
Seis entrenadores han perdido su puesto en lo que va de temporada. Algunos, como Ernesto Valverde o Marcelino fueron despedidos por otros motivos más allá de los deportivos, pues el entrenador del Barcelona iba líder con su equipo y el del Valencia, décimo en el comienzo de la temporada.
David Gallego fue destituido tras una racha de una victoria en ocho partidos. Su sucesor, Pablo Machín, estuvo diez partidos en el cargo y fue despedido con una victoria.
Fran Escribá dejó el Celta con tres victorias en doce partidos, mientras que Pellegrino no fue capaz de ganar en las primeras nueve jornadas y dejó el cargo con sólo dos empates.