Manuel Pellegrini también se enfada: "La mayoría de mis canas son por tu culpa"

Manuel Pellegrini también se enfada: "La mayoría de mis canas son por tu culpa"
Manuel Pellegrini también se enoja: "La mayoría de mis canas son por tu culpa". - C. V.
Carlos VizcaínoCarlos Vizcaíno3 min lectura
La tipología de entrenadores, desde un punto de vista personal y de comportamiento, es variopinta. No dejan de ser personas, por otro lado. Los hay los conocidos como sargentos, que dirigen con mano de hierro sus equipos; los hay afables, de buen trato e, incluso, laxos en ocasiones; motivadores, pusilánimes… Y los hay como Manuel Pellegrini.

El entrenador del Betis ha destacado desde su llegada por su inmejorable talante, rasgo característico de su dilatada trayectoria. Ni en sus peores momentos, el chileno ha perdido la compostura, una personalidad alabada por sus jugadores y que luce en público, ya que ni en los peores momentos del ‘Ingeniero’ en el Betis, cuando se le cuestionaba directamente acerca de su posible dimisión, ha perdido las formas. Sin embargo, todos tenemos puntos débiles, incluido Pellegrini, que también se enfada, aunque pueda parecer extraño, como le ocurrió en un episodio con un ex jugador suyo: Andrés D’Alessandro.

“Es difícil hacerlo enojar, pero yo lo conseguí”, cuenta el centrocampista argentino, que coincidió con Pellegrini en River Plate, en un fragmento de su libro autobiográfico titulado ‘Cabezón’, sobrenombre con el que se conoce.

D’Alessandro, todavía en activo, en el Nacional uruguayo, cuenta una anécdota que incluye a Pellegrini y al ‘Chacho’ Coudet, actual entrenador del Celta de Vigo y por entonces también jugador del River Plate.

Pasó en un partido con San Lorenzo en el Monumental. Hace poco lo recordábamos acá en Inter con 'Chacho' y nos reíamos. Me habían sacado amarilla a los 20 minutos por protestar, y un rato después simulé un penal. El árbitro no me echó de casualidad. Pellegrini estaba loco en el banco. En el entretiempo, cuando entramos en el vestuario, me empezó a rezongar, a decirme que cómo me iba a tirar teniendo amarilla", recordó.

El argentino añade en el citado libro que. "Yo le contestaba por lo bajo, medio cocorito (soberbio), a mí me cuesta quedarme callado, y le dije en un momento: 'Bueno, entonces salgo'. Y Manuel aceptó: 'Listo, salí'. Me saqué los botines, estaba tenso el asunto, yo era el capitán, estábamos jugando un clásico”, explica, aunque eso no sucedió al interceder Coudet por él.

D’Alessandro, pese a aquel encontronazo, guarda un gran recuerdo del chileno, rememorando su reencuentro posteriormente, ya en España. “Cuando unos años después me crucé a Manuel en España, en un Zaragoza-Villarreal, me dijo: '¿Ves las canas que tengo? La mayoría son por tu culpa'. 'Chacho' me jode: "'Mirá que para hacerlo calentar a Pellegrini tenías que meterle un palo en el c..., eh'. Un fenómeno Manuel, hizo una carrera espectacular", narra D'Alessandro.
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