Hasta que Germán Pezzella aterrizó en Heliópolis en el último momento del mercado estival,
Antonio Cordón tanteó objetivos de todo tipo antes de saber en qué situación económica se encontraría a 31 de agosto.
El
director deportivo del Real Betis negoció con futbolistas que acababan contrato, con otros, como Godín, que podían forzar su salida en caso necesario, y algunos, como
Luiz Felipe, a los que le quedaba un año de contrato y su salida podía lograrse a un precio más asequible.
El central brasileño se quedó en la Lazio, quien ha tratado por todos los medios de lograr que renovara en estos cuatro meses. Pero, según asegura Sky Sport, el jugador suramericano con pasaporte italiano
ha rechazado la última oferta y podrá negociar con quien quiera a partir del próximo sábado.
Uno de los motivos por el que habría rechazado la renovación es, según este medio, por
los cantos de sirena que le llegan desde Heliópolis. El Real Betis aparece como un proyecto atractivo y, a sus 24 años, entiende que es dar un paso adelante en su carrera.
Valorado actualmente en
18 millones de euros, el central italo-brasileño se encuentra entre los jugadores más deseados en su posición que habrá en el mercado, junto a Christensen, Sule, Rudiger o Romagnoli. Y, de hacerse el club verdiblanco con él, elevaría el nivel del centro de su defensa, aparte de rejuvenecerla aún más con un futbolista que sólo tiene 24 años y cinco de experiencia en la Serie A.
No será el primer jugador que el Betis fiche así desde que Cordón llegó hace año y medio. De hecho, la mayor parte de los futbolistas que han aterrizado en este tiempo (Bravo, Montoya, Víctor Ruiz, Sabaly, Rui Silva...) lo han hecho sin pagar traspaso.
Un mercado en el que