El mediocentro del Real Betis
Sergio Canales, renovado recientemente hasta
2026 y con una simbólica cláusula de 1.000 millones de euros, fue uno de los invitados este miércoles por la noche del programa ‘Objetivo LaSexta’, presentado por Ana Pastor, que comenzó repasando el conflicto entre
Rusia y Ucrania con la Ministra de Defensa,
Margarita Robles. El candidato a mejor jugador de
LaLiga en el mes de enero repasó sus orígenes, con agradecimiento incluido a sus padres por imponerle los estudios y, en el caso paterno, por inculcarle el amor al fútbol.
“Me
acuerdo de ese torneo de Brunete perfectamente. Estoy viviendo el
sueño que todo niño tiene de pequeño. También me acuerdo de los mensajes de ánimo tras las graves lesiones. Me siento un
privilegiado”, apuntaba el cántabro, que ha aparcado un poco “los
nervios del principio”, aunque conserva “el
gusanillo de jugar en tu estadio”. El ’10’ rememoraba cómo se bajó a mitad de camino del autobús del filial, porque “iba convocado con el primer equipo del Racing”, con el que firmó un doblete en su debut (en Cornellà).
Después de hablar de su etapa en el
Real Madrid, Canales apuntaba : “En enero de 2017 ya me encontraba preparado para dar el salto a otro equipo desde la
Real Sociedad. A veces no sabes cuándo ni dónde, pero
acabas en tu sitio. Y yo fui consciente al poco de llegar al Betis”. Otro de los capitanes,
Joaquín Sánchez, intervenía telefónicamente para ejercer la verificación, como llaman en el programa a la versión de una persona allegada al invitado. “No vamos a descubrir sus capacidades para jugar al fútbol, pero, como guerrero, ha dado una lección importante a todos. Ha demostrado que, si luchas, puedes conseguir todo. Se
merece todo lo bueno que le está pasando. Para nosotros es un
privilegio tener en nuestro equipo a alguien como él”, zanjaba el portuense, que recibió halagos de vuelta: “Es un ‘crack’ como compañero y como persona”. Enseguida empezaron las
bromas: “Sergio es un veterano ya; no lo puede ocultar, porque tiene cara de
viejito. Ya en serio, él contribuye a que haya muy
buen rollo en el vestuario, que luego se refleja en el campo”.
Sobre sus graves lesiones, Canales apuntó que no le
duele especialmente verlas repetidas, porque las tiene “muy asimiladas”, utilizando esa mala experiencia para tratar de que no se repitan o afrontar las que vengan como el mejor ánimo. “Me ayudó mucho combinar la psicología deportiva con la
alimentación, que no es una
dieta, sino cambiar tu estilo de vida. También los entrenamientos después de cada jornada de trabajo. Uno de mis
déficits como jugador era jugar los 90 minutos de un partido: por suerte, lo cambié y, ahora, mi
fuerte son los
últimos minutos, cuando el rival está más cansado”, admitía el centrocampista, que sigue un plan similar al de otros deportistas de elite, como
Carolina Marín: “Antes se acudía cuando ya tenías el problema, pero ahora usamos la
psicología para plantearte objetivos. Me considero un buen jugador, pero también prima mucho mi
motivación. Me planteo objetivos ambiciosos y, si no los consigo, no pasada nada, porque conseguirá cosas también
maravillosas por el camino”.
Sergio se vanaglorió de la imagen del manteo de las jugadores del
Barcelona a su compañera del
Atlético de Madrid Virginia Torrecillas, que volvía tras superar un cáncer: “Eso es deporte”. Sobre los incidentes del derbi, apuntó: “Es un tema complicado. Se vive con mucha
tensión y emoción. Hasta ahora, todos los que viví fueron
ejemplares. Por suerte, se pudo detener a la persona
responsable. Eso es lo importante. Luego, pasaron una serie de cosas
extradeportivas en la que está trabajando el club; ya se verá”. Sobre la
selección, Canales admitió que “siempre es un
objetivo" para él, aunque no depende de él: “Lo único que sí
depende de mí es seguir rindiendo al máximo en mi club. Es
difícil, pero es un
sueño que sigue en mi mente”.