Salva Sevilla sólo jugó cuatro temporadas en el
Real Betis, pero fueron sus mejores años como profesional. El almeriense vivió un histórico ascenso y, junto a Rubén Castro y Jorge Molina, con Pepe Mel como técnico, luchó aquellos años por devolver al equipo verdiblanco al lugar que merecía hasta que la aciaga temporada 13/14 le devolvió a Segunda.
Entre medias
metió al Betis en Europa,
marcó en el Sánchez-Pizjuán en el derbi de Europa League y anotó 12 goles y dio otras tantas asistencias en los 118 partidos que disputó como verdiblanco.
El virgitano nunca ha ocultado su beticismo pese a que, en su día, militó en el filial del eterno rival. Y esta misma semana, la de su regreso al Benito Villamarín, lo recordaba.
Ayer,
la afición bética se lo reconoció con una gran ovación cuando fue sustituido. Un gesto que le emocionó, como él mismo reconoció en Movistar a la conclusión del choque. "No tengo palabras para agradecerlo. Los cuatro años que estuve aquí me trataron fenomenal. Esta gente nunca falla. Ha sido muy emocionante y bonito, estoy muy agradecido a toda esta gente. Espero que sigan disfrutando de su equipo. Yo disfruto desde la distancia también como están haciendo las cosas y espero que la temporada termine para ellos de la mejor manera, porque se lo merecen", indicaba.
Unas palabras de cariño que hoy ha repetido a través de sus perfiles en las redes sociales. "Emocionado al sentir vuestro cariño desde cerca, nunca os podré devolver lo que me habéis dado y he sentido en la tarde de ayer.
Gracias de corazón! ??#muchobetis #afición #valores #aplausoparavosotros #paratodalavida #osdeseolomejor @RealBetis", escribía Salva Sevilla.
A sus 37 años, el centrocampista almeriense sigue demostrando ser el luchador que un día se dejó la piel por un club al que adora.
José López3 min lectura