4-3 o 1-0

Carlos PérezCarlos Pérez
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4-3 o 1-0
Piensa Emery que es mejor vencer 4-3 que 1-0. Lo ha dicho él mismo en alguna ocasión y lo ha recordado estos días Monchi, para justificar los perennes desajustes defensivos del cuadro que adiestra el vasco. Si fuese realmente así, como dicen, no habría problema, porque el Sevilla ganaría a menudo y estaría situado en la zona alta de la clasificación. La realidad es bien distinta: los nervionenses han marcado 13 goles y han recibido 14. Es decir, su global es de -1. Sólo el Levante, que encajó siete en el Camp Nou en la primera jornada, ha recibido los mismos y sólo el Almería (19) y el Rayo Vallecano (21) han recogido el cuero más veces de sus respectivas porterías. El Sevilla hace goles (es el quinto de la Liga que más), pero no los suficientes como para justificar sus problemas atrás. Así pues, si Emery va a seguir exponiendo tanto al equipo, su suma de tantos a favor debería aumentar.


En la 12/13, Negredo dio el máximo que se le podía exigir (25), quizás más, pero, al margen del vallecano, había poco que rascar en el plantel, ya que las otras opciones eran Manu del Moral y Babá. Monchi ha suplido este verano al de Vallecas -traer otro de su nivel era imposible- con Gameiro, Bacca y Rusescu. El galo, que fue el segundo futbolista con mejor promedio de goles/minutos en la Ligue 1 (uno cada 108´), está respondiendo (en Nervión hace diana cada 112´). Al rumano y al colombiano, sin embargo, se les está sacando poco rédito. El primero llegó, además de fuera de peso, como ´Pichichi´ de su país, y no esperaba encontrarse aquí con tanta competencia: Gameiro es ´top´ y Bacca tiene condiciones para serlo. Como Rusescu, el ex del Brujas creía, cuando fue fichado, que sería la referencia del Sevilla. En verano, de hecho, demostró que podía serlo, hasta que el entrenador le dejó en el banco a las primeras de cambio. Desde entonces, pese a que ha visto puerta, no es el mismo.


Es posible que un día falte Rakitic, lo que sería un drama, y es posible que otro día no esté Gameiro. Su recambio, Bacca, está desenchufado y el sustituto de éste, Rusescu, ni siquiera está. Le convendría a Emery ir poniéndoles las pilas a ambos. Sobre todo, para hacer más goles que el rival y ganar, como desea, 4-3, ya que por 1-0 no les gusta.
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