ANÁLISIS

Cinco motivos que explican la eliminación del Betis

Carlos PérezCarlos Pérez
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Cinco motivos que explican la eliminación del Betis
El Betis no supo cómo hacerle un gol al Valencia en la vuelta. - Carlos Pérez (@carlosperezED)
El Betis soñaba con volver a disputar una final de la Copa del Rey, y con hacerlo además en su estadio, pero fue incapaz de superar a un Valencia que llegó a tener la eliminatoria muy cuesta arriba y que le consiguió dar la vuelta, en gran parte, por la impericia de los verdiblancos

Estos son los cinco motivos que explican, de manera general, la decepción del Betis: 

1. El entrenador. Setién nunca piensa que se ha equivocado e igual se le achacan desde la grada y la prensa más errores de los que le corresponden, pero en esta eliminatoria se le puede criticar, como mínmo, tanto su formación inicial en Mestalla como su tardía reacción desde el banquillo. El cántabro apostó por Joaquín como carrilero diestro, oponiéndole peligrosamente a Gayà y Guedes; y por Francis en la zurda, donde el '2', a pie cambiado, nunca pudo progresar. Después trató de corregirlo hasta en dos ocasiones, colocando primero ahí a Guardado y, finalmente, a Tello. Con el mismo once, hubiese sido más lógico meter a Joaquín arriba, a Francis en la derecha y al mexicano en el costado siniestro. Teniendo que marcar, además, dejó a Loren fuera y a Sergio León, en la grada, para acabar metiendo a un central (Feddal) como '9' en el epílogo.

2. La planificación. Se queja Setién, día sí, día también, de su delantera, pero no es lo mismo la falta de efectividad, lo que él aduce, que la falta de gol, lo que realmente hay. El Betis está haciendo pocos, pero no porque sus atacantes fallen muchas ocasiones. ¡Es que apenas tienen! El oficio de punta en el equipo verdiblanco es harto complicado, ya que el '9' debe saber jugar de espaldas, tener habilidad para irse de varios defensas antes de rematar, saber imponerse en los centros laterales y meter siempre la ocasión que tenga por partido. Ahora bien, resulta evidente que la del ataque es la línea más débil del equipo, pues las otras tres han crecido mucho, y que Serra no sólo no lo remedió en enero, sino que además dejó salir a un Tonny Sanabria que, aun estando en Heliópolis gafado, sí reunía las cualidades ideales para este peculiar estilo de juego. Era un '9' y estaba ya en casa, en definitiva.

3. La inexperiencia. Decía Bartra tras el partido que lo habían dado todo, pero que debía ser autocríticos. Igual que encajaron dos tantos en 10 minutos de pájara en Rennes, los jugadores del Betis se dejaron marcar otros dos, absurdamente, cuando ganaban 2-0 en la ida ante el Valencia. Ahí se le fue la eliminatoria al cuadro heliopolitano, que no supo valorar ni siquiera un 2-1 parcial que hubiese obligado a los de Marcelino García Toral a jugar de otra forma en la vuelta y que habría restado obligaciones a un Betis que habría encontrado en Mestalla muchos más espacios para transitar. El Betis, en definitiva, no supo jugar los múltiples partidos que se suelen dar en las eliminatorias, ni en la Europa League ni en la Copa del Rey. Pecaron los jugadores de inexpertos, como pecó de inexperto Setién. Stéphan y Marcelino jugaron más feo que Setién, posiblemente, pero jugaron mejor.

4. La fe. O la ausencia de ella, más bien. Sea por esa teoría extendida -y posiblemente ya interiorizada por la plantilla- que defiende que el Betis “ha crecido esta temporada”, incluso siendo eliminado ante el Rennes y el Valencia, y que lo importante es seguir dando pasos “poco a poco”; sea porque los pupilos de Setién muy pocas veces cambian el ritmo de su juego, estén ganando, empatando o perdiendo, la realidad es que, salvo un mínimo y lógico arreoncillo final, también facilitado por un Valencia superamarrategui, los heliopolitanos apenas dieron sensación no de poder superar la eliminatoria, sino tampoco de poder meterse en ella. La teoría como consuelo vale, pero levantando títulos y en Champions se crece más rápiodo.

5. Los arbitrajes. Nadie puede decir que al Betis le hayan robado en la eliminatoria y tampoco Setién lo ha resaltado como la causa única de la eliminación de su equipo, pero sí que el técnico cántabro recordó ayer en la sala de prensa dos acciones que, según él, pudieron cambiar el signo de ambos partidos. En la ida, Setién entiende que Garay comete penalti sobre Junior Firpo en el minuto 6, al llegar tarde el central argentino y golpear con su plancha en el tobillo del hispano-dominicano. Efectivamente, hubo contacto. Lo que obvia el preparador verdiblanco es que hubo un fuera de juego previo, del propio Junior, que no pasó desapercibido para el árbitro. En la acción de la vuelta, en cambio, sí que hay una jugada más controvertida. Gabrial Paulista despeja el balón, deja la pierna arriba de manera muy peligrosa y con la misma golpea a Lo Celso dentro del área che. Podría haber sido penalti y expulsión, libre indirecto y amonestación o un golpe fortuito, y fue esto último lo que acabó considerando González González. Con todo, casi nadie tiene la sensación de que al Betis le hayan echado de la Copa los árbitros.
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