ANÁLISIS

Un Betis para 5-3-2

Carlos PérezCarlos Pérez
5 min lectura
Un Betis para 5-3-2
Rubi sigue buscando soluciones, pero sin alterar la línea defensiva. - Carlos Pérez (@carlosperezED)
El Real Betis de Rubi no va. En gran parte, se debe a una planificación con taras, que, sobre todo, dejó de incluir el fichaje de un mediocentro defensivo con físico y veloz, que hiciese coberturas a los laterales, que diese consistencia al eje de la defensa, libertad a los interiores y, en general, equilibrio, pero sería injusto decir que todos los males del cuadro verdiblanco se deben a eso. 

Tampoco el entrenador catalán, quien cuenta con un buen puñado de jugadores del nivel, está dando con la tecla. Se empecina en jugar a la ruleta rusa y no está saliendo bien parado, por lo general, del intercambio de goles. Las estadísticas, de hecho, reflejan que su Betis es incosistente, muy frágil y vulnerable. Sobre todo, tras la pérdida, pues sus transiciones defensivas con lentas, existe mucho espacio entre líneas (los más lógico sería jugar con todas arriba, en pocos metros, para dejar menos espacio a las contras y llegar antes a las segundas jugadas) y falta agresividad. 

1. El Betis es el equipo más goleado de LaLiga, con 16 tantos (el siguiente es el Espanyol, con 14). 

2. Es el segundo conjunto que más disparos concede (14, 8 por encuentro).

3. Ningún equipo intercepta menos pases que el verdiblanco: sólo 7,4 cada 90 minutos).

4. Es el tercero que menos entradas hace (12,5) y el segundo que menos faltas comete (10,4)

5. Y, sin embargo, es el tercero más amonestado de LaLiga, lo que muestra que no son faltas tácticas, sino producto de la desesperación, de llegar tarde al balón o para evitar contras. 

Pero Rubi no sólo no ha tapado más al equipo, con otra manera de jugar o dibujo, sino que ha ido arriesgando aún más, jugando, por ejemplo, con Canales de mediocentro

Setién, en cambio, entendió el segundo año que el equipo se sentía más seguro con una defensa de tres. Sobre todo, porque se defendía mucho con el balón, teniéndolo casi siempre en su poder, pero también porque los centrales, aun siendo los mismos que ahora, estaban menos expuestos y teniendo que abarcar menos campo por cantidad. Ahora se encuentran a los rivales en oleadas y sin ayudas

Otro aspesto que debe invitar a Rubi a probar con ese sistema es el tipo de laterales que tiene en la plantilla: tanto Alfonso Pedraza como Álex Moreno eran extremos y tienen físico y experiencia jugando con toda la banda para ellos, mientras que en la derecha ocurre lo mismo con Emerson 'Royal', un clásico carrilero brasileño. Ahí, además, se vería beneficiado un Francis Guerrero que apenas está contando y que como lateral puro sufre mucho. 

Con el 5-3-2, además, podría mantener a Borja Iglesias y Loren Morón en punta, mientras que permitiría que Nabil Fekir actuase donde más le gusta, por detrás de los delanteros y que Juanmi Jiménez se quedase como refresco para alguno de éstos.  

Los mediocentros, dado que el problema de raíz no podrá resolverse hasta que no abra la ventana de fichajes de enero, estarían más acompañados y con menos metros por recorrer que en el 4-4-2, para el que se necesita a mediocentros muy resistentes y físicos, y el Betis no tiene. Sin Carvalho durante un tiempo indeterminado, ese sistema permitiría que Javi García, Guardado, Kaptoum o Canales tuviesen menos responsabilidades por dentro. 

Sería ideal, excepto para los extremos Critian Tello y Joaquín Sánchez, si bien ambos ya demostraron con Setién que son capaces de adaptarse perfectamente a otras posiciones y también a Rubi le darían alternativas para variar el dibujo en partidos determinados o fases de partidos

Lo que parece evidente es que, si no hace algo el técnico catalán, su Betis va a seguir encajando mucho y, si no consigue cambiar la dinámica, igual no se come los polvorones, por mucha piña que haga la plantilla, porque el problema no es de actitud, sino de mimbres y sistema, que no casan.
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