Con el inicio hoy del mes de julio se da el pistoletazo oficial a la 14/15. El 30 de junio es el final de toda campaña, dando inicio a un nuevo curso para los equipos en los que se renuevan los objetivos.
En esta situación se encuentra el
Betis y, en concreto, su cantera, que con la presentación este mediodía de
Pedro Buenaventura (12:30 h) comienza una nueva era que, cabe esperar, sea más duradera que la de
José Antonio Gordillo y
Luis Fradua. Y es que la poltrona del fútbol base se ha convertido en las últimas temporadas en una silla de alto voltaje, víctima también de la sinrazón instalada en las más altas esferas de la dirección del
Betis.
La cantera está muy mal y la cantera necesita ADN bético son dos de las afirmaciones repetidas hasta la saciedad y que ha calado en el beticismo. Comparto la segunda, no la primera. Que en el fútbol base verdiblanco tiene que haber una representación de figuras válidas, no por el mero hecho de decorar, con pasado en el club es algo que demandé hace más de un año en este mismo espacio. Pero discrepo de aquellos que por narices quieren que comulguemos con sus ideas.
Como profesional, he trabajado en las épocas de
Miguel Valenzuela,
José Antonio Gordillo y
Luis Fradua. Y cada uno, con sus errores y defectos, han hecho un trabajo, cuanto menos, muy respetable. La época del de Bellavista fue la más longeva, pero también la de menos medios.
Gordillo y
Fradua han abierto una nueva etapa, modernizando sus estructuras y consiguiendo resultados. ¿El último ejemplo? Esta temporada: el ascenso del
Betis B, dos campeonatos de Andalucía en cadetes y benjamines; el título en Preferente Cadete... Dicho esto. Suerte a
Pedro Buenaventura.
Carlos Vizcaíno
