Demasiados palos en las ruedas del filial

Carlos VizcaínoCarlos Vizcaíno
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Demasiados palos en las ruedas del filial
- Carlos Vizcaíno (@FSevillanoED)
Ángel Haro, presidente del Betis, en una entrevista concedida a Canal Sur Radio la semana pasada, manifestaba que: “Lorenzo (Serra Ferrer) está aportando conocimiento futbolístico y del Betis, saber a qué plaza se viene, pero esto es un trabajo de todos. Serra hace un trabajo magnífico, Quique también lo hace, José Miguel y yo aportamos. Una consolidación de las estructuras del club, estadio nuevo, medios propios. Una base sólida donde crecer”. Las buenas intenciones del máximo rector verdiblanco son encomiables y la demostración está en que el aficionado vuelve a ilusionarse, pero la asignatura pendiente de la cantera sigue estando.

La gestión del Betis Deportivo, como representante máximo de la cantera, es el mayor ejemplo, aunque más abajo hay mucha tela que cortar. Bien es cierto que hay que conceder tiempo a los dos principales movimientos realizados por Serra para reestructurar los escalafones inferiores, Pep Alomar y Miguel Calzado (reputada figura de cantera tras su paso por Sevilla y Málaga), pero la planificación del Betis Deportivo no es un buen primer paso.

Me decía hace temporadas un antiguo responsable de cantera del Betis que el buen jugador promociona en Segunda B o Tercera. Y puede ser cierto, el que vale, vale... pero un jugador no se curte igual en una categoría u otra. Serra, que lo ha hecho bastante bien en el primer equipo, se ha equivocado con el Betis Deportivo. Primero, en verano, en una pretemporada atípica, con jugadores que no se iban a quedar y falta de fichajes. La promoción de futbolistas al primer equipo no fue proporcional al número de incorporaciones, con puestos que se quedaron sin reforzar (lateral derecho, mediocentro defensivo, delantero centro). Para el regreso a la Categoría de Bronce (en las últimas diez temporadas hay que recordar que ha habido dos descensos a Tercera), sólo vinieron Liberto, Nil Coch y Tienza.

Ni los cuatro fichajes invernales pueden servir de atenuante, no por su calidad o potencial, sino porque ninguno venía de jugar con regularidad, y algunos, sin ritmo de competición, además de puestos que no se han cubierto. La salvación, pese a todo ello, a cinco puntos.
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