Kelly-Schilb, la dupla del cambio

Kelly-Schilb, la dupla del cambio
- Gracia Ávila
Gracia ÁvilaGracia Ávila 4 min lectura
Sin restarle a Óscar Quintana la parte del mérito que le corresponde, la progresión del Real Betis tiene dos nombres propios: Ryan Kelly y Blake Schilb. Sus puntos y su liderazgo han sido imprescindibles en las tres victorias verdiblancas frente a Obradoiro, UCAM Murcia y Gran Canaria.

El ala-pívot y el alero se han echado a sus espaldas el peso del equipo, como muestran los números. De los 83 puntos que vio San Pablo frente a los gallegos, 44 (más de la mitad) se los repartieron Kelly (21) y Schilb (23), que además aportaron solidez al rebote, otra de las asignaturas pendientes. El guion fue similar ante los pimentoneros, donde el tándem aportó 33 puntos de los 70 que le valieron el triunfo en el Palacio de Deportes de Murcia, y 10 rebotes.

Aún más decisivas fueron sus actuaciones en el Gran Canaria Arena, donde el pasado fin de semana los sevillanos culminaron el mejor partido de la temporada, llegando a 90 puntos y demostrando un serio paso al frente. Con 20 puntos, la actuación de Kelly fue sublime, tomando responsabilidad en momentos complicados y demostrando que la conexión con el checo funciona (13).
La otra buena noticia es que frente al equipo de Luis Casimiro se vio al Betis más coral del curso. Además de los ‘dos de siempre’, se apuntaron Josep Franch (11 puntos y 4 asistencias), Mikel Úriz (10 puntos, 3 rebotes y 4 asistencias) y Vladimir Golubovic (11 puntos y 6 rebotes), hombres de la segunda unidad, que se contagiaron del optimismo. De estos últimos, llama la atención el caso del ex del Joventut.

El base se quedó inédito frente a gallegos y murcianos (no es muy del gusto del técnico cántabro), y las bajas de Donnie McGrath y Dontaye Draper le ofrecieron una oportunidad que aprovechó con creces, demostrando talento, habilidad y desparpajo.
 
Entre Kelly y Schilb, el caso más llamativo es el del segundo. El ala-pívot, aunque con carencias defensivas, había demostrado buena mano desde que aterrizó en Sevilla; sin embargo, el alero, quizá falto de forma, no ha despertado hasta ahora.
 
La situación de los anteriores contrasta con la de Oderah Anosike. El pívot ha bajado sus prestaciones en los últimos choques. Durante la temporada ha promediado 24 minutos, ha llegado a 19 puntos y 6 rebotes, unos guarismos que distan bastante de los tres últimos compromisos.

Ante el Herbalife terminó eliminado, aportando 6 puntos en poco más de 19 minutos; en Murcia lo salvó su fortaleza en el rebote (9) y ante el Obradoiro incluso finalizó con una valoración negativa y con pobres porcentajes de acierto. Sin duda, el equipo tendrá este fin de semana una prueba de fuego frente al Zaragoza: su primera final para salir del pozo.
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