Apenas ha pasado una jornada desde que Joaquín Caparrós sustituyó a Pablo Machín en un Sevilla que sufría para mantener una plaza europea mientras el sueño de la Champions parecía cada vez más lejano, con un Getafe intratable.
Desde entonces, los de Nervión sólo han jugado un partido -el de Cornellá- y hoy tienen la posibilidad de alcanzar esa posición que parecía tan lejana. En una Liga tan igualada todo puede cambiar con un resultado y lo que antes parecía negro ahora se ve de color de rosa.
Y no sólo eso sino que un triunfo ante el Valencia alejaría a los levantinos a seis puntos, que serían siete por el 'average' particular. Se trata, pues, de una 'final' en toda regla, uno de esos dos o tres partidos -ante Betis y Getafe- vitales que les quedan y que dirán qué posición ocupan los blanquirrojos a final de temporada.
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