Muchas carambolas necesita el Betis para alcanzar el objetivo europeo, tantas que parece imposible. Pero el principal problema es que, en las últimas semanas, cuando empezó a mirar cada vez con más ansiedad esos sexto y séptimo puestos, no ha sido que los otros sumaran más o menos sino que era el propio equipo verdiblanco el que fallaba.
Tanto, que ahora mira la tabla desde el hasta hace poco impensable duodécimo puesto. Por eso, porque casi todo está perdido, el equipo quiere responder para, al menos, despedir la temporada con un buen sabor de boca. Ni siquiera eso lo tiene fácil.
Ipurua es una plaza más que complicada y luego llegaría el Huesca y el Bernabéu, pero aquí nadie quiere descartar un nueve de nueve que, si nos olvidamos de los últimos resultados, parece posible. Y si después suena la flauta...
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