La cuenta atrás ya se ha activado. Por medio restan compromisos trascendentales dentro de un exigente repecho, pero en el calendario ya se ha subrayado con vehemencia el domingo 10 de noviembre.
Una fecha señalada por la pasión del derbi hispalense y también por la celebración de las elecciones generales para la presidencia del Gobierno de España, aunque seguro que más de uno en la ciudad sevillana sólo pensará en lo que depare el duelo cainita del Benito Villamarín.
El destino ha querido que coincidan estos dos acontecimientos, si bien habrá tiempo para todo en la jornada dominical, porque el choque comenzará una hora después de que cierren las urnas de unos comicios cruciales para el futuro del país.
En estas particulares circunstancias se presenta un derbi democrático, con un pronóstico abierto al concurrir dos equipos a priori con opciones de imponer su ley en la rivalidad y regalar una inmensa alegría a los suyos. Está por ver cómo les irá en la 'campaña' en las semanas previas pero todo apunta a un choque de poder a poder.
Estadio Deportivo1 min lectura