Monchi tiene la culpa

El resultado del sorteo de la Fase de Grupos de la Europa League celebrado a finales de agosto no pudo ser más benévolo. La inferioridad de todos sus rivales en el Grupo A ha permitido al Sevilla llegar al ecuador de esta liguilla con medio billete para la siguiente ronda en el bolsillo. Nadie duda de la clasificación nervionense y la apuesta es si conseguirá cerrar el grupo con un pleno de triunfos.

Julen Lopetegui se está permitiendo el lujo de rodar a sus jugadores menos habituales y dar refresco a sus fijos en una competición en la hay depositadas muchas esperanzas. Pero para poder escribir todo esto hay una figura que resulta clave: Monchi.

El director general deportivo llegó en verano, le dio la vuelta a la plantilla como a un calcetín y elevó la competitividad para tener un lustroso fondo de armario. Con los suplentes de los dos últimos cursos quizás no habría sido tan fácil. La pena es que falta gol. Aunque Dabbur demostró ante el Dudelange que puede y debe ser una alternativa.