Un partido con historia

Era un partido sin historia, con pocos alicientes para el espectador y para algunos de los jugadores, pero no para Lopetegui, para el club ni mucho menos para otros integrantes del plantel.

Para el Sevilla era necesario para engordar una caja que le ayude a seguir creciendo y para no perder comba en ese ránking UEFA que tan buen grupo le otorgó.

Para Lopetegui porque quería ver en acción a muchos de los jugadores con los que menos cuenta en los partidos. Y a éstos porque debían demostrar en el campo y no sólo en los entrenamientos que están listos para el relevo.

No todos lo lograron. Rony Lopes o Chicharito justificaron su habitual suplencia; otros, como Bryan Gil o Dabbur, que sigue marcando goles, pidieron paso. No tuvo historia para el espectador, pero sí para más de un protagonista. Tal vez se acuerde de esta oportunidad perdida.