El bálsamo europeo

Enrique GarcíaEnrique García
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El bálsamo europeo
Contagiado por el espíritu de Trochowski y por el de la marea sevillista que se desplaza a Estoril en un encuentro en el que sólo caben pasos hacia adelante. La irrupción del centrocampista ha de ser el soplo de moral que los resultados no han aportado hasta ahora al equipo de Emery, aún en busca del acople necesario de sus piezas, sobre todo las de la sala de máquinas, la más importante y afectada por los cambios de última hora.


La recuperación del internacional alemán se ha convertido en un elemento inspirador para un Sevilla que necesita la misma paciencia que aplicó el centrocampista para regresar a los terrenos de juego en las mejores condiciones. Aunque no es precisamente paciencia lo que más sobra en el mundo del fútbol, de ahí que Emery tenga ya algo de prisa por trasladar al césped el mucho y buen trabajo que se ha realizado en los despachos.


Fueron los laureles europeos los que convencieron a un futbolista cotizado y libre. Esa marca Sevilla que también sirvió para atraer a Marko Marin o a Kévin Gameiro. Ese es el verdadero valor de la competición europea, junto al de la ilusión que provoca un desplazamiento masivo pese a los pobres resultados cosechados en la Liga, siempre sin desdeñar esos 200.000 euros por partido ganado. Una bicoca en los tiempos que corren.


Los tres partidos por semana nunca deberían ser un hándicap sino una oportunidad para repartir minutos entre una plantilla amplia en la que todos quieren sentirse importantes. Un bálsamo necesario cuando los resultados dan la espalda en la Liga y un espaldarazo para alimentar un nivel de ilusión que se mantiene alto por el potencial que se vislumbra en el plantel. Un motivo más, en definitiva, para creer en el nuevo proyecto.
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