Nunca es tarde: Amenábar arregla 25 años después la escena más famosa de 'Abre los ojos'

Estrenada en 1997, con guion firmado a medias con su inseparable Mateo Gil, 'Abre los ojos' fue el segundo largometraje de Alejandro Amenábar, que había cautivado a público y crítica un año antes con su 'Tesis' (siete premios Goya). La cinta, versionada y renombrada como 'Vanilla Sky' en Hollywood cuatro años más tarde de manera lamentable, no tuvo el éxito de su predecesora, tampoco en recaudación (la mitad, más o menos), pero la historia caló entre los que la degustaron, confirmando definitivamente la talentosa carrera del director y compositor nacido en Santiago de Chile, que acumuló un sinfín de reconocimientos personales y colectivos, destacando el Oscar a Mejor Película de Habla no Inglesa en 2004 por 'Mar Adentro'.

Pese a ello, los más puristas llevan años inundando los foros y, ahora, las redes sociales de una denuncia (entre muchas comillas) que se suma a la práctica de buscar gazapos en las producciones cinematográficas y las series. Son famosos los ejemplos de títulos históricos que nadie diría que contienen estos errores, mucho más fáciles de detectar y, especialmente, de corregir ahora por los muchos medios técnicos de que se disponen. Muchos son fallos de 'raccord', al grabarse las escenas en varios días o con un lapso de tiempo importante entre ellas, por lo que la vestimenta o los accesorios de los que aparecen en pantalla no coinciden a veces en planos diferentes en teoría consecutivos. Gafas de sol, relojes o pantalones vaqueros en secuencias que evocan épocas en las que no existían abundan en cintas como 'Gladiator', 'Troya' (donde un avión sobrevolaba el cielo sobre Brad Pitt en la versión original), 'Mad Max', 'Indiana Jones y la última cruzada', '300' o 'Salvar al soldado Ryan'.

Ahora, Cinemanía ha reparado en un cambio sustancial en la secuencia más icónica de 'Abre los ojos', en la que el personaje interpretado por Eduardo Noriega llega con su coche al centro de Madrid y se baja para comprobar cómo la Gran Vía luce absolutamente vacía. La escena, rodada 10 meses antes que el resto de la película al conseguir el permiso del Ayuntamiento de Madrid para hacerlo en la madrugada del 15 de agosto de 1996, contenía un error difícil de apreciar. Y es que un par de curiosos asomaban a un balcón situado en la parte derecha del plano, aunque han desaparecido. La revista ha consultado a FlixOlé, donde se exhibe el film ahora, y confirmado que sus laboratorios arreglaron ésa y otras disonancias que no han trascendido, bajo la supervisión del propio Amenábar, ahora que se cumplen 25 años del estreno. Abajo se puede apreciar las diferencias.