José Antonio Rivero4 min lecturaEs innegable que España no es conocida por su inclinación hacia el silencio. En cualquier colección de tópicos, resuenan nombres que van desde su exquisita gastronomía hasta artistas internacionales, y por supuesto, la peculiar costumbre de hablar a un volumen más elevado de lo habitual. Estos tópicos, aunque estereotipados, tienen su esencia arraigada. Dentro de la geografía española, esta idiosincrasia se manifiesta de diversas formas: desde la bulliciosa costa hasta el estresante Madrid, o la Galicia sometida a la lluvia.
Incluso dentro de España, existen estereotipos relacionados con la gente de diferentes regiones. En el caso de Andalucía, por ejemplo, se ha hablado de la mayor tranquilidad de Córdoba. Sin embargo, según revela un interesante estudio sobre la habilidad social de conversar y hablar difundido por Preply, una plataforma online de aprendizaje de idiomas, esta percepción no podría estar más alejada de la realidad.
El estudio, que se llevó a cabo el pasado octubre entrevistando a 2.035 residentes de las 20 ciudades más pobladas de España, buscaba determinar si los españoles son o no muy habladores y en qué regiones tienden más a la charla. Sorprendentemente, Córdoba resultó ser la ciudad española donde más se habla. Esta conclusión desafía las percepciones comunes sobre la tranquilidad de esta ciudad, conocida por ser cuna de tres culturas.
Previamente a esta revelación específica, es importante señalar que más del 50% de la población española se considera habladora, siendo las mujeres quienes se perciben ligeramente más habladoras que los hombres. Factores como el clima, el estilo de vida y el concepto de amistad influyen en el grado de conversación habitual en distintas regiones del país.
Córdoba, Granada y Palma de Mallorca se posicionan como las tres ciudades más habladoras de España, con puntuaciones medias en la lista de Preply de 6.80, 6.70 y 6.60 puntos, respectivamente. Por otro lado, San Sebastián, Santa Cruz de Tenerife y Barcelona son consideradas las ciudades menos habladoras, con puntuaciones medias de 6.26, 6.22 y 6.17.
El estudio también revela que, en promedio, los españoles hablan con alrededor de 6 personas al día por ocio o gusto, excluyendo el trabajo y otras gestiones. La diferencia de género en el gusto por charlar es mínima, con mujeres obteniendo una puntuación ligeramente superior a los hombres. La generación X (45-54 años) y la generación de 35 a 44 años son las más propensas a este hábito, mientras que la generación Z tiende a ser más reservada en cuanto a hablar en público.
Adentrándonos en los detalles, conversar con amigos y familia sobre noticias o series se sitúa en la cima de la clasificación, seguido de proporcionar información detallada si alguien pregunta en la calle. Hablar con camareros de bares, la conversación clásica de ascensor con vecinos, y charlar con repartidores y dependientes de tiendas completan el ranking. En un ámbito más inusual pero que gana fuerza, hablar con semejantes mientras paseamos a los perros es una práctica común.
En conclusión, este estudio revela que, aunque los estereotipos sobre la tranquilidad de algunas regiones persistan, la realidad es que los españoles disfrutan de la conversación en diversas situaciones y lugares, desafiando así algunas percepciones arraigadas.