Menos mal que ya se acabó toda la parafernalia del
Balón de Oro y de quién lo merecía más. Aunque todavía haya medios nacionales que se empeñen en seguir erre que erre con todo lo que no pudimos ver de la maravillosa gala. Y yo que pensaba que el lunes todo acabaría y dejarían a un lado un premio que cada día está más en entredicho por la polémica de las votaciones, si priman más los logros individuales o los colectivos...
Hemos tenido que aguantar después de saber que
Ronaldo se llevó el Balón de Oro si
Sergio Ramos fue o no con su novia embarazada; si subió una bonita foto con ella a
Twitter; si
Irina lloró superemocionada; si la mujer de
Messi le puso ojitos al astro portugués o si la madre de
CR7 se secó las lágrimas con una bayeta o una pashmina... ¡Qué más me da a mí! En lugar de eso, podrían informar más de otros equipos u otros deportes.
Pero lo que más me indigna de todo esto es que sabíamos que
Cristiano Ronaldo se iba a llevar el premio. De que no se le escapara se encargó un sector de nuestra prensa española, a la que le iba la vida en ello. Y me pregunto yo: ¿Por qué no hicieron lo mismo el año en que
Xavi e
Iniesta eran candidatos? ¿Tendrían que haber sido jugadores del
Real Madrid para haber llevado a cabo una
campaña como la del luso?
Hoy me entenderán muy bien los franceses o alemanes que defendían la candidatura de
Ribéry, un jugador que lo ganó todo con el
Bayern, siendo fundamental, y se fue con las manos vacías. El talento español domina el fútbol pero, desde
Luis Suárez, ningún compatriota ha sido reconocido. Por eso, a la pregunta de quién se merecía el
Balón de Oro, si
CR7, Messi o
Ribéry, respondo como los
Estopa: "Un señor que se llama
Don Andrés Iniesta".