Suspenden el partido de la Copa Chile entre Everton y Wanderers
La hinchada de los equipos Everton y Wanderers, 'las barras bravas', se enfrentaron de manera violenta antes del comienzo del 'clásico' que finalmente dio lugar a la suspensión del partido.
Los graves incidentes ocurridos hoy en la cancha del estadio Sausalito, en la región chilena de Valparaíso, antes del inicio del partido, determinaron que la autoridad suspendiera el encuentro entre Everton y Wanderers, por la Copa Chile que da un cupo a la Libertadores y la Sudamericana.
Minutos antes que el árbitro y los jugadores saltaran al campo de juego, que fue sede de la pasada Copa América, cientos de jóvenes pertenecientes a las barras bravas de ambos equipos se enfrentaron violentamente y arrojaron objetos contundentes.
Debido a la gravedad de la situación, en la que incluso se vio sobrepasado el equipo de seguridad, el gobernador de la provincia de Valparaíso, Omar Jara, junto al árbitro, Eduardo Gamboa, tomaron la determinación de suspender el encuentro.
"Haremos los esfuerzos para que esas personas nunca más entren a un estadio de fútbol. Lo de hoy es un espectáculo grotesco y lo que nos corresponde como responsables políticos era suspender porque no había garantía de que el partido se jugara", añadió Jara.
La televisión local mostró a jóvenes con el rostro ensangrentado mientras que uno de ellos permanecía en el suelo tras recibir una lluvia de perdigones disparados por algún arma casera.
Tras la suspensión, el presidente de Wanderers, Jorge Lafrentz, señaló: "Me parece muy bien que se haya suspendido, por causa de la irresponsabilidad de los mal llamados hinchas de los dos equipos".
Minutos antes que el árbitro y los jugadores saltaran al campo de juego, que fue sede de la pasada Copa América, cientos de jóvenes pertenecientes a las barras bravas de ambos equipos se enfrentaron violentamente y arrojaron objetos contundentes.
Debido a la gravedad de la situación, en la que incluso se vio sobrepasado el equipo de seguridad, el gobernador de la provincia de Valparaíso, Omar Jara, junto al árbitro, Eduardo Gamboa, tomaron la determinación de suspender el encuentro.
"Haremos los esfuerzos para que esas personas nunca más entren a un estadio de fútbol. Lo de hoy es un espectáculo grotesco y lo que nos corresponde como responsables políticos era suspender porque no había garantía de que el partido se jugara", añadió Jara.
La televisión local mostró a jóvenes con el rostro ensangrentado mientras que uno de ellos permanecía en el suelo tras recibir una lluvia de perdigones disparados por algún arma casera.
Tras la suspensión, el presidente de Wanderers, Jorge Lafrentz, señaló: "Me parece muy bien que se haya suspendido, por causa de la irresponsabilidad de los mal llamados hinchas de los dos equipos".