El precioso detalle de Rui Silva con un pequeño admirador

La procesión va por dentro, como se suele decir. Y es que el final de esta temporada no ha sido el mejor posible para Rui Silva a título individual. Sí cumplió en el aspecto colectivo, ya que el Real Betis consiguió con antelación su tercera clasificación consecutiva para la Europa League y pudo despedir sin preocupación a su eterno capitán, Joaquín Sánchez, tanto en partido oficial como en un fenomenal homenaje posterior que ha acaparado elogios por belleza y organización. Sin embargo, el luso se quedó en 2.520 minutos, 300 menos que el curso anterior. Y eso que le había quitado el puesto a Claudio Bravo y parecía indiscutible hasta la jornada 32. Sin embargo, Manuel Pellegrini apostó por su paisano en San Mamés y, desde entonces, con alguna contingencia física y de salud de por medio en el caso del ex del Granada, no cambió bajo palos.

Se quedó en el banquillo, por tanto, el de Maia en las seis últimas entregas de campeonato, una situación que llevó con profesionalidad y resignación, por mucho que los futbolistas nunca lleguen a entender y aceptar por qué son suplentes, máxime si no puede achacárseles fallo alguno responsable de una derrota en concreto. Con este mejorable estado de ánimo, Rui Silva sacó fuerzas para hacer feliz a un joven aficionado bético que le deseó suerte antes del choque frente al Valencia por Twitter ataviado con su propia equipación de portero. El otrora cancerbero de Nacional quiso conocer a Jorge y, a través de la agencia de imagen que le representa, citó a este joven ariscaleño de cuatro años para hacerle un precioso regalo.

El deportista portugués obsequió al pequeño con unos guantes firmados y se fotografió con él en las entrañas del Benito Villamarín ante la cara de sorpresa del aficionado aljarafeño y sus padres, que inmortalizaron en las redes sociales el encuentro y agradecieron a Rui Silva su gesto, que dejó sin palabras y con la seriedad propia de la sorpresa a Jorge, que seguramente recordará toda la vida cuando su ídolo salió de la pantalla y del terreno de juego por un día para abrazarle, saludarle y corresponder su apoyo y admiración con un ratito que, para él, será insignificante, pero que hizo el día, la noche, la semana y seguramente el mes a este producto de la cantera de la afición, que también necesita de este 'feedback' y estos estímulos para seguir enamorándose del deporte rey y acercándose a sus protagonistas.