Las dos caras de las rotaciones en el Betis

El futuro inmediato de Rui Silva y Claudio Bravo, el reto defensivo que les marca Pellegrini para poder aspirar a la Champions, la disputada titularidad, la sensación al quedarse en el banquillo en partidos tan marcados como una semifinal o una final de Copa del Rey...

Las dos caras de las rotaciones en el Betis
Manuel Pellegrini reparte de manera salomónica los partidos en la plantilla del Betis. - Lince
Aitor TorviscoAitor Torvisco 8 min lectura

El Real Betis suma 37 encuentros oficiales en lo que va de temporada 2022/2023 entre LaLiga, la Copa del Rey, la UEFA Europa League y la Supercopa de España; mientras que el curso pasado alcanzó los 56 choques entre las dos competiciones nacionales y el torneo continental. En total, 93 partidos que Manuel Pellegrini repartió casi de manera salomónica entre sus dos porteros sabiendo que está en buenas manos: 54 titularidades para Rui Silva (22 este curso y 32 el pasado) y 38 para Claudio Bravo (15+23). Esta campaña, el portugués y el chileno se han repartido torneos con contadas excepciones, en la pasada jugaban bloques de cuatro citas cada uno siempre que no hubiese problema físico de por medio. Este sistema de rotaciones, tiene una doble lectura, por un lado los dos se sienten titulares; por otro, ninguno de los dos se siente titular.

A esta pregunta de botella medio llena o medio vacía ha intentado responder Rui Silva en una extensa e interesante entrevista para BeSoccer en la que ha hablado de las dos caras de esta rotación: la que permite competir de manera sana y a la larga tiene a los dos enchufados aumentando el nivel global y otra que a ningún futbolista le agrada como es la de quedarse en el banco de suplentes en días importantes, ante rivales de prestigio o en partidos de gran trascendencia: "Lo llevamos de forma natural. Muchas veces no sabemos quién va a jugar o cuándo va a jugar uno u otro, depende también del rendimiento en entrenamientos y en partidos. El míster normalmente lo dice el día de partido o el de antes, elige el portero que está mejor para cada partido".

"Lo llevamos muy bien, porque tenemos una relación muy sana. Nos exigimos el uno al otro, que creo que también es importante, tener esa competencia, exigirnos para que el portero no se relaje. Son casi dos años años trabajando con Claudio… es muy gratificante para mí porque puedo trabajar con los mejores y aprender de ellos. Eso es lo que te hace crecer y mejorar cada día. Esa veteranía y ese liderazgo te suma en todo para poder mejorar. He aprendido mucho de él", añade el luso, quien admite sin tapujos que una cosa es entender la rotación y otra que no duela quedarse fuera en unas semifinales o en la gran final de la Copa del Rey.

"Claro que es difícil. Disfruté mucho de la victoria, sin duda fue un momento importante, porque fue el primer título de mi carrera y mi familia y yo estábamos muy contentos, pero claro que uno quiere jugar un partido de esa dimensión y poder ayudar al equipo a conseguir ese título. No tocó ayudar desde dentro, pero tocó hacerlo desde fuera. Tocó sufrir como uno más, ayudar a los compañeros a conseguir el objetivo porque somos una familia y nos toca dejar de parte ese ego para ayudar desde la parte que nos toca", explicó Rui Silva sobre cómo vivió aquellas suplencias ante Rayo Vallecano o Valencia CF.

En este sentido, el ex de PAOK o Granada apuntó al buen ambiente en el vestuario y a la fuerza de grupo: "A nivel humano sin duda es el mejor vestuario en el que he estado. Gente muy profesional, muy comprometida, muy solidaria... nos ayudamos mucho entre todos y creo que los resultados están ahí, no es casualidad. Es cierto que se puede aprender mucho de este vestuario y que el míster va haciendo muchas rotaciones, pero cuando no las hace sabe que el vestuario demuestra solidaridad y deja de parte ese ego".

Tan a gusto está en el Betis, que Rui Silva asegura que ha rechazado ofertas porque quiere quedarse aquí y espera poder hacerlo junto a su amigo y rival Claudio Bravo, que termina contrato en junio y tiene difícil llegar a los 25 partidos que necesita para que su contrato se renueve de manera automática (quedan 12). "Son temas del club, no me toca a mí decidir si va a renovar o no. Ojalá se quede porque es un portero importante en el campo y en el vestuario. Nos aporta mucho y ojalá se quede un año más. Su trayectoria lo dice todo. Tiene mucho mérito, con 40 años, seguir a este nivel. Lo importante es que se quede con nosotros", opinó. Se habla mucho de la portería para la 23/24, pero el portugués es partidario de no tocar nada.

"Estoy muy centrado aquí. Estoy muy contento en el Betis, también en la ciudad. Mi mujer y yo disfrutamos mucho de vivir aquí en Sevilla. De todo lo que se habla (el club espera ofertas el próximo verano) la verdad es que a mí me da igual, porque tengo contrato en el Betis, estoy contento aquí, disfrutando de estos momentos... Lo importante es conseguir los objetivos del club y lo de fuera ni me molesta ni me preocupa", añadió sobre su futuro inmediato antes de desvelar el reto defensivo que Pellegrini les puso para esta temporada.

"Nos comentó que para llegar a un objetivo como la Champions, a final de temporada tienes que llevar una media de un gol encajado por partido. Cuando tienes más de un gol por partido es complicado, porque tienes que marcar el doble de goles. Cuando no se puede ganar, lo importante es no perder, por eso es importante la contundencia. Es esa mentalidad de no encajar para después poder conseguir el gol que nos pueda dar la victoria. Tenemos un equipo con calidad que puede hacer daño en cualquier momento y ganar 1-0, como el otro día, y es importante estar bien defensivamente porque luego tendremos alguna oportunidad para conseguir marcar y ganar el partido", explicó Rui Silva, que está en esa media: 22 goles en 22 partidos. Claudio Bravo la supera mínimamente: 18 tantos en contra en 15 partidos de esta 22/23.

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