De ser un descarte a pieza clave para Manolo González
El central Miguel Rubio, que llegó este verano al Espanyol procedente del Granada, ha logrado revertir su situación y se perfila como un jugador fundamental para el entrenador Manolo González

En el Espanyol, la meritocracia impuesta por Manolo González está marcando el rumbo del equipo, y Miguel Rubio es un claro ejemplo de ello. A sus 27 años, el central que firmó hasta 2028, inicialmente estaba contemplado para salir cedido. Sin embargo, con trabajo constante y solidez en defensa, ha conquistado la confianza del técnico blanquiazul y su lugar en el once inicial podría confirmarse desde el arranque de LaLiga, cuando el Espanyol se enfrente al Atlético de Madrid.
El rendimiento de Miguel Rubio durante la pretemporada ha sido destacado. El defensa se ha asentado como titular junto a Cabrera en el centro de la zaga, especialmente tras su buena actuación contra el Newcastle. Este partido amistoso, jugado como preparación directa para la Liga, sirvió para demostrar que Rubio está aprovechando cada oportunidad que le brinda Manolo González. Su compromiso y nivel competitivo han elevado la competencia interna en la defensa, relegando momentáneamente a otros centrales como Fernando Calero y Pablo Ramón, quienes sólo tuvieron minutos como suplentes en el duelo contra el Newcastle.
El trabajo diario y la entrega que ofrece Miguel Rubio no han pasado desapercibidos para Manolo González. Ahora, el jugador debe demostrar que puede mantener este rendimiento en la exigente Primera División, donde sólo ha disputado 22 partidos en su carrera, 19 de ellos la temporada pasada con el Granada, anotando un gol. Rubio busca consolidarse en el Espanyol y está dispuesto a aprovechar esta nueva oportunidad que se ha ganado con esfuerzo.
Espanyol y la pretemporada, claves para la confianza
El Espanyol cerró su pretemporada con un empate 2-2 frente al Newcastle, un partido que confirmó las buenas sensaciones que transmite el equipo dirigido por Manolo González. Carlos Romero, jugador del Espanyol, valoró positivamente este periodo preparatorio: “Nos vamos con muy buenas sensaciones de esta pretemporada, nada que ver con el año pasado. Nos sentimos muy sólidos y seguros. El equipo tiene confianza en lo que hace y veníamos a eso, a competir e irnos con buenas sensaciones para el partido ante el Atlético”.

Romero también reconoció que aunque la plantilla aún necesita refuerzos, la dirección deportiva trabaja con cautela: “El club está haciendo lo posible por traer jugadores, sabemos que los necesitamos, pero hay que acertar, no hay que traer por traer. Lo que venga ha de aportar muchísimo. Hay mucha competencia y lo que venga debe ser para mejorar”.
En definitiva, Miguel Rubio es un ejemplo claro de cómo en el Espanyol, bajo la dirección de Manolo González, la meritocracia y el trabajo diario pueden transformar la realidad de un jugador. De ser una pieza prescindible a convertirse en un candidato firme para el once titular en Primera, Rubio es la demostración de que la confianza y la oportunidad llegan para quien sabe aprovecharlas.