Paula Fiorella Méndez4 min lecturaLa buena racha que venía arrastrando el Andorra y la imagen de equipo invencible que se había forjado ha llegado a su fin. Hasta hace poco todos los equipos de LaLiga Smartbank temían por su juego, sin embargo tras la derrota sufrida ante el Mirandés el pasado domingo, muchas cosas terminaron, incluido el soñar con la promoción.
En esta ocasión, Eder Sarabia cambió un poco el once respecto al anterior partido jugado ante la Ponferradina, algo que quizás fuera un fallo, teniendo en cuenta los 4 goles que marcaron, sin embargo ya se sabe que el técnico tiene la costumbre de otorgarle a cada uno de sus jugadores la oportunidad de destacar en el campo.
En esta ocasión Raúl Lizoain volvió a la portería en detrimento de Ratti. Por otro lado se encontraban Pastor y Pampín a la línea defensiva y Jandro y Hevel en la zona central, además del prometedor Valera entró por Bundu en el extremo de ataque.
La presión que sufrió el Andorra durante los primeros minutos era más que obvia, pues la alta presión del Mirandés y su valentía hicieron que los locales se vieran en desventaja. A pesar de que el conjunto de Sarabia comenzara en un momento a coger la posesión del encuentro mediante intercambios entre jugadores, la buena defensa de su rival hizo que les fuera prácticamente imposible avanzar en el juego.
Se pudieron avanzar los de Sarabia en la recta final del primer tiempo. Alfonso Herrero sacó un disparo lejano de Molina que se colaba en la portería, y justo después Pastor desaprovechó un cabezazo tras un centro medido de Hevel. Perdonaba el Andorra sabiendo que podía terminar pagándolo caro.
En la segunda mitad del partido, ambos equipos lucharon por intentar llevarse los puntos, sin embargo para mala suerte del Andorra, el Mirandés volvió a marcar territorio mediante su goleador. El Andorra tuvo una gran oportunidad para avanzarse en un remate de Valera que rechazó Herrero. Más tarde, los locales reclamaron un penalti sobre Bakis por un leve empujón en el área.
El Andorra no solo perdió oportunidades, sino que también cometió errores claros que le llevaron a la derrota. El Mirandés consiguió avanzar gracias a Gelabert, que había entrado en el segundo tiempo, terminando en los pies de Javi Llabrés, que fue derribado claramente en la salida a destiempo de Lizoain. La jugada acabó en un penalti para Raúl, quien no perdió la oportunidad de sumar su 18º gol esta temporada.
Finalmente, a pesar de todos los cambios realizados por Eder Sarabia con el único fin de intentar superar al Mirandés, los planes no dieron sus frutos. El partido finalizó robando a los pirenaicos la oportunidad de acercarse a la promoción y cortando de raíz la buena racha que llevaban sumando ocho victorias consecutivas.