Los cuatro tontos de siempre en el Almería - Sevilla

La Liga Nacional de Fútbol Profesional, como cada semana, recopila en un escrito de denuncia para presentarlo al Comité de Competición de la RFEF y la Comisión Antiviolencia los cánticos que se producen en los encuentros de Primera y Segunda división que inciten a la violencia o tengan un contenido insultante o intolerante. Estos comportamientos, "prohibidos y por tanto sancionables", especifica la patronal de los clubes, vienen recogidos tanto en el Código de Disciplina Deportiva de la RFEF como en la Legislación contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte, amén de que LaLiga tiene abierta una plataforma (LALIGAVS) para recoger los reportes, sugerencias o aportaciones de los aficionados que acudan a los partidos con el fin de contribuir a la lucha contra esta lacra en los estadios.

En la jornada 28ª sólo hubo incidentes en dos escenarios: Montjuic (durante el Barcelona-Mallorca) y el Power Horse Stadium (con ocasión del Almería-Sevilla). En el caso de este último, se señala solamente a unos pocos de los más de 13.000 aficionados que se congregaron en sus gradas el pasado lunes 11 de marzo (13.095, para ser exactos, de los que alrededor de 500 eran nervionenses), quienes, "un minuto antes del inicio del partido", "en el minuto 38" del mismo y "en el minuto 95", justo tras el empate de Milovanovic, estando "ubicados en la grada de animación local, situada en Preferencia Baja, Sector 40, entonaron de forma coral y coordinada durante aproximadamente 15 segundos, el cántico 'Puta Sevilla, puta Sevilla'. Una cuestión habitual, por desgracia, cada vez que los clubes hispalenses se desplaza fuera de casa, si bien sorprende que se trate de otra provincia andaluza sin una rivalidad histórica.

Al no tratarse de hechos graves, normalmente estas denuncias no suelen acabar en ninguna sanción, más allá de alguna multa por reiteración, si Antiviolencia recoge el guante y la propone al primer peldaño de la justicia deportiva española. Hay que añadir que el Almería-Sevilla no era un encuentro catalogado de Alto Riesgo, por lo que ambas aficiones convivieron durante las horas previas y posteriores con absoluta normalidad. Aunque la mayoría, que acudieron al club nervionense para adquirir su entrada a precio reducido, se situaron tras una de las porterías, en la zona acotada para hinchas visitantes, pudo verse a otros mezclados con sus anfitriones, sin que hayan trascendido altercados ni incidentes de ningún tipo.