Lopera y Oliver, los malos y los buenos

Cuesta trabajo escribir de nuevo del interminable 'caso Lopera' porque es un tema que genera hartazgo, que se considera ya parte de una etapa pasada y porque los béticos prefieren centrarse en el ilusionante presente y en el prometedor futuro que se atisba con Serra Ferrer al mando, anticipándose a un próximo mercado de fichajes para el que podría tener atado a Pau López y a Inui, y para el que espera cerrar también a Canales.

A pocos interesa el tema, pero es justo informar -y opinar- sobre la sentencia del proceso penal que tantos años se ha estado esperando porque la Audiencia de Sevilla ha absuelto al expresidente del Betis de los delitos continuados de apropiación indebida y administración desleal durante su gestión entre 1993 y 2006. También absuelve a Luis Oliver y a las sociedades relacionadas con Lopera, Farusa, Frigimueble S.A., Encadesa, Incecosa y Tegasa, y a Bitton Sport S.L., vinculada a Oliver, de la responsabilidad civil que se les reclamaba. Lo dicho, Lopera y Oliver, inocentes. Y Hugo Galera y Béticos por el Villamarín, los únicos que siguieron adelante con el proceso tras el 'Pacto Betis-Lopera-Bitton', condenados a pagar las costas (400.000 euros).

Del temor a la cárcel, de solicitar la acusación particular 14 años de prisión y la Fiscalía tres años de cárcel y 3,6 millones de indemnización, a quedar absuelto en el caso al que más miedo tenía Lopera. Inocente en este proceso, pero que nadie olvide que ya fue condenado en sentencia firme a 15 meses de cárcel y acabó pagando casi 4 millones de euros por dos delitos fiscales contra a la Hacienda Pública; y además el Mercantil dictó que no compró el 31,38% de las acciones en 1992.

Dicho todo lo anterior, la duda queda en el aire y debe preocuparnos porque mañana Lopera puede ser cualquier otro ciudadano. ¿Todo un montaje político-judicial para meter presión a Lopera y arrebatarle 'su' Betis? ¿Aun tirando tantos años deportivos por la borda? Lo parece. Lopera se asustó y pactó. No bajen la guardia porque tal vez ni los malos son tan malos, ni los buenos son tan buenos.