No ha sido el arranque esperado. Accidental derrota ante un Valladolid que ha demostrado este fin de semana en el Bernabéu que tiene argumentos para hacer una buena campaña; y dolorosa 'manita' encajada en el Nou Camp ante un Barça sin Messi ni Suárez dejando una imagen preocupante.
Los golazos de Fekir y Loren, de lo poco destacable en Betis sin alma y sin el espíritu combativo del debut liguero.
La mano de Rubi, de momento, no se está notando y la esperada solidez defensiva no aparece, al punto que el Betis queda colista como el conjunto más goleado de la categoría (7 tantos en contra, por los 6 del Villarreal y los 5 del Granada).
Los mismos males que con Setién: falta de contundencia de un equipo nada rocoso y con muchas vías de agua abiertas en todas las zonas del campo. Para colmo, la sensación de que
a Dani Martín le faltan muchos minutos por jugar para convertirse de un portero de garantías en las ausencias de Joel.
No hay tiempo para el lamento. Toca limpiar las mentes, empezar de nuevo -aunque esté el casillero a cero- y ajustar las piezas, o a probar nuevos sistemas, para que brille la calidad de Fekir, Canales, Borja Iglesias, Joaquín o Carvalho, manteniendo el equilibrio para no conceder tantas opciones de gol a su rival.
El próximo, el
Leganés, el sábado en el Villamarín, antes del primer parón liguero.
Joaquín Adorna
