Rafa Cala3 min lecturaLa Fórmula 1 se ha convertido en uno de los deportes de motor más populares en España desde la irrupción de Fernando Alonso a mitad de la primera década de este siglo. Es tan la afición y la fidelidad que tiene la F1 en nuestro país que aunque Fernando Alonso no gane las carreras se ven y mucho. Casi todo el mundo entiende el funcionamiento de las carreras pero hay algunos factores mecánicos que son difíciles de entender. Uno de ellos es la suspensión la cual en un coche de Fórmula 1 puede ser de dos tipos: push-rod o pull-rod.
Un monoplaza de Fórmula 1, en la actualidad, existen dos tipos de suspensión, push-rod y pull-rod. Ambas trabajan de manera totalmente diferentes y cada una de ellas tienen sus ventajas e inconvenientes. Lo único que hay que tener en cuenta para usarlas en el coche es que la elegida tiene que adaptarse al concepto aerodinámico del coche. De no ser así saldrá un proyecto fallido. La suspensión de un F1 tiene una horquilla superior e inferior (una barra de fibra de carbono que absorbe los impactos de la carretera) que conecta el chasis a la rueda. La suspensión push-rod hace un trabajo de compresión y la suspensión pull-rod realiza un trabajo de tracción.
El sistema de suspensión push-rod en la F1 acorta la distancia desde el punto de anclaje del puntal en la rueda y también la distancia desde el punto de anclaje del puntal en la armadura giratoria.
En este punto, el anclaje giratorio comienza a girar para compensar el espacio. Al mismo tiempo, un amortiguador está anclado en el chasis del vehículo, que también está conectado al inducido giratorio y lo amortigua.
Este sistema ofrece mejor aerodinámica al coche pero peor capacidad de giro.
El sistema de suspensión pull-rod en la F1 tiene la barra trabajando a tracción puede ser más delgada, disminuyendo el peso de la masa no suspendida, algo que es realmente importante en un monoplaza. Por tanto, tendrá menos resistencia aerodinámica y, a su vez, dejará más espacio libre en la parte trasera del monoplaza para que el aire fluya mejor.
Los amortiguadores como los muelles pueden encontrarse más abajo, disminuyendo así la altura del centro de gravedad, lo cual influye positivamente en la dinámica y provoca que el coche haya mayores esfuerzos y sea más delicado.