Tomás Alarcón comparecía en zona mixta a la conclusión del choque entre
Cádiz y Sevilla. El jugador era titular en el centro del campo junto a
Martín Calderón y Jens Jonsson, haciendo las funciones de pivote defensivo, y acabó jugando junto a
Álex Fernández en el doble pivote. Partido discreto del centrocampista chileno que apenas pudo descolgarse al área rival, tan solo un disparo desde la frontal del área tras pase de Ledesma que detuvo sin problemas en portero del Sevilla.
El pivote señalaba que “habíamos hecho una buena primera parte en la que fuimos sólidos en línea defensiva. No nos llegaron con peligro”, pero reconocía que “en la segunda parte, con el cansancio del trabajo de la primera parte, empezaron los errores, el desorden en la pelota parada vino el gol de ellos. Fue un golpe anímico. Mejoraron a nivel técnico, no perdían tantos balones como en el primer tiempo”.
Insistía en que “cuando recuperamos un balón la única opción que tenemos es jugar al lado y cuando buscamos al 9 está muy solo y tirársela es perder el balón muy rápido. No tenemos un desahogo y así se hace muy difícil. Pasando el tiempo y conociendo más a los compañeros podríamos hablarlo y tratar de trabajar eso porque el desahogo ayuda mucho a respirar y contragolpear mejor al equipo rival”.
Por último, fue cuestionado por los distintos problemas que tuvo el equipo con las bajas por lesión y COVID. “El virus nos ha golpeado a todos los equipos y somos jugadores que tenemos que adaptarnos a cualquier sistema de juego, porque es nuestro trabajo. No creo que por equis motivo estemos perdiendo. No es excusa”.
Jesús Mejías2 min lectura