David Ferrer reconoció que se relajó en el segundo set del partido contra el checo Lukas Rosol y lo achacó al cansancio acumulado en las últimas semanas en las que ha encadenado las finales de Estocolmo y Valencia.
"Empecé bien, pero
en el segundo set me dormí, me costó reaccionar. Hasta que no le rompí el saque en el tercer set no volví a jugar buen tenis. Venía de muchos partidos seguidos", afirmó el valenciano. "
Estaba más cansado de lo normal tras estas dos últimas semanas", contó el tenista, que perdió en Estocolmo frente al búlgaro Grigor Dimitrov y en Valencia contra el ruso Mijail Youzhny.
Ferrer reconoció que, tras haber alcanzado la final de Roland Garros, sus resultados son algo inferiores, pero recordó que ha llegado a los cuartos de final en Wimbledon y en el Abierto de Estados Unidos. "Es verdad que
la gira asiática no fue tan bien como esperaba, pero es complicado que repita lo del año pasado, la regularidad que mostré", señaló.
Ferrer aseguró que está satisfecho con un año en el que solo ha sumado los títulos de Auckland y Buenos Aires, y ha llegado a seis finales, incluida la de Roland Garros. "
El año pasado fue la mejor temporada de mi carrera y ésta es la segunda mejor. Voy a acabar cuarto o quinto del mundo y el objetivo era estar entre los 8 mejores. Es una lástima que haya perdido esas finales, pero el balance el bueno", afirmó.
Ferrer sumó el año pasado en Bercy su primer triunfo en un Masters 1.000 reconoció que "será difícil repetir" triunfo en la pista cubierta parisiense. "No me marco metas, me quedan dos torneos y voy a tratar de dar el máximo en cada uno", dijo.
Su próximo rival saldrá del duelo entre los franceses Gilles Simon, décimo quinto favorito,
y Nicolas Mahut, invitado de la organización. Ferrer reconoció que, para ganar, tendrá que "elevar" su nivel con respecto al primer partido.
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