La historia de Rubén y su silla destrozada sufre un giro de guion

La historia de Rubén y su silla destrozada sufre un giro de guion
- M. H.
Óscar MurilloÓscar Murillo 3 min lectura
Hace un par de días les contábamos la triste historia de Rubén Nova, el jugador de parabádminton que denunciaba en sus redes sociales la desidia de la compañía aérea Ryanair por "dejar hecha papilla" la silla de ruedas con la que iba a competir este fin de semana en la cuarta y última prueba del Circuito Nacional en Jaén. "No podré entrenar durante 4 ó 5 meses", se lamentaba, adelantando su intención de emprender acciones legales por el destrozo de una silla de competición valorada "en 7.200 euros" que consiguió a través de un 'crowdfunding'.

Frustado, Nova relataba que "enseguida" vio que le faltaba una rueda. "Después de fijarme bien, me di cuenta de que había partes dobladas e, incluso, retorcidas. No sé lo que pasó, porque está hecha de un material resistente y, además, la facturé como equipaje especial", precisó, recibiendo el apoyo del presidente de la Federación Española de Bádminton, Andoni Azurmendi; del coordinador nacional de parabádminton, Miguel Ángel Polo; y de numerosas personas y entidades a través de las redes sociales.

En un primer momento, el afectado afirmó que los empleados de la compañía aérea con sede en Irlanda le instaron a poner una reclamación. "Aunque sé que han visto mis publicaciones en las redes sociales, nadie se ha puesto en contacto conmigo ni se han interesado por lo sucedido; me siento muy decepcionado", concluía un deportista que, eso sí, ha visto cómo esta semana se producía un giro de guion con final aparentemente feliz. Y es que Ryanair ha rectificado y, según parece, se hará cargo de los gastos de adquisición de una nueva silla. La repercusión viral de sus quejas ha tenido resultado y la empresa ha preferido gastarse 7.000 euros para evitar una mala publicidad.


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