Alejandro Arribas llegó el pasado verano a
Nervión sin hacer mucho ruido, casi por sorpresa y cuando nadie esperaba a un zaguero. No es hombre que acostumbre a copar demasiados focos, pero sí un profesional al que le gusta hablar en el
campo. Y aquí, en la capital hispalense, es lo que viene haciendo con la elástica blanquirroja siempre que
Emery se lo permite. Un "salto" profesional que le empuja a seguir creciendo en Nervión, donde vive un momento dulce, tras haber conocido también las penurias del balompié en sus inicios como profesional.
- ¿Qué tal en Sevilla, tras unos meses ya de aclimatación?- Muy bien, la temperatura es mucho mejor que la de Pamplona y estoy muy contento con la ciudad y con el equipo; mucho mejor que allí, la verdad. La plantilla me ha ayudado muchísimo desde el primer momento. Todo el mundo me ha tratado muy bien y han estado todos muy pendientes de mí para hacer que mi aclimatación fuera lo más rápida y sencilla posible.
- Llegó casi por sorpresa, cuando nadie esperaba a un central y se daba por hecho que Botía sería sevillista esta temporada.- Yo quedé libre y ellos, imagino, vieron una oportunidad buena; obviamente, la aprovechamos las dos partes. La verdad es que todo ha ido muy bien y estoy contentísimo de estar aquí. Era lo que yo estaba deseando desde hace tiempo; un paso más en mi carrera y venir a un club que tiene aspiraciones a todo.
- ¿Ha notado el cambio?- Hombre... El nivel del Sevilla no es el del Osasuna, con todos mis respetos. En todo, es superior. Es un salto muy importante para mí; es sinónimo de jugar en Europa, de tener unas aspiraciones en Liga mucho mayores y, sobre todo, de competir y aprender de compañeros y entrenadores mejores.
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