El pasado martes, en Zagreb (Croacia), el
Sevilla consiguió una importante victoria en
Liga de Campeones frente al Dinamo en la que brilló con luz propia el internacional francés
Samir Nasri; un futbolista que arribó a Nervión para reencontrarse consigo mismo como profesional y que sólo ha necesitado unos meses para encontrar su mejor nivel como sevillista.
Un rendimiento destacado que, sobre el césped del
Maksimir, fue especialmente protagónico, tal y como demuestran sus estadísticas de un partido en el que se vistió de 'Banega' para darle sentido al fútbol sevillista. Y es que el franco-argelino acumuló 145 pases buenos frente al Dinamo de Zagreb, protagonizando el récord de un futbolista en
Champions. Un dato que cobra aún más relevancia si se tiene en cuenta que el conjunto croata, en su totalidad, sólo dio tres pases más que
Nasri.
Un futbolista, el ex del City, que además protagonizó siete recuperaciones durante el partido, tres regates buenos y dos remates a portería, siendo uno de ellos el tanto de la victoria con el que el Sevilla sumó tres importantísimos puntos en sus aspiraciones europeas, siendo actualmente segundo del grupo 'H' de la
Champions, empatado a siete puntos con la
Juventus, que ocupa la primera posición por la diferencia de goles.
Unos números que hablan por sí solos y que ponen de manifiesto la importancia de un jugador que arribó en el epílogo del mercado estival para suerte de todos los sevillistas. Y es que hoy por hoy, teniendo en cuenta el actual fútbol sevillista, resulta muy difícil imaginarse a un
Sevilla sin el ex del
Manchester City, quien se ha convertido en la correa de transmisión que el equipo necesitaba semanas atrás, cuando no acababa de arrancar.
Alejandro Sáez2 min lectura