Francesc Peralta sigue recuperándose. Está con fiebre alta. Pero su padre ha confirmado a los micrófonos de la radio del
Sevilla F.C.
la noticia que su hijo se despertó del coma en el que se encontraba escuchando el himno del
Arrebato del
Sevilla La familia llevaba 17 días esperando por su recuperación. Llegaron a temer por su vida, pero nunca se imaginaron la forma en la que
Francesc se iba a recuperar: "Le pusimos el himno del
Sevilla y despertó, pero volvió a dormirse. Después pasaron ocho o nueve horas, le pusimos el himno otra vez y empezó a cantarlo. Él es del
Barça, pero le encanta el himno del
Sevilla. También nos cantó el himno del
Liverpool".
Francesc había pasado malos momentos. De pequeño estuvo cerca del fútbol de élite, pero las lesiones se cebaron con él. En los malos momentos el himno del Arrebato siempre lo acompañó: "Él ha tenido cinco accidentes en el campo de fútbol. Juega de pivote ofensivo. Cuando era cadete lo quería el
Madrid, el que más, también el
Málaga y el
Espanyol. Pero se rompió varias veces. La primera vez el ligamento cruzado de la pierna derecha. Lo teníamos que llevar a
Barcelona y se pegaba todo el camino escuchando el himno del
Arrebato".
La familia se ha aficionado también a escuchar el himno: "Las enfermeras te pasan el medicamento que le tienes que dar por la noche. Tenemos una empresa de excavaciones y antes de dormir pues también me ponía yo el himno un par de veces. La verdad es que ya estamos enganchados".
El padre recuerda con dolor el estremecedor momento del choque de su hijo: "Lo hemos pasado muy mal hasta este momento. No se puede contar con palabras. No quiero que le pase ni al peor enemigo de mi vida. Estábamos presente cuando se dio el cabezazo. Aquel día fue dramático. Una madre es una madre. Yo en esos momentos tengo que fortalecerme para no hundirme. Él en el suelo. La ambulancia que no llega. Mi mujer llorando. El árbitro tuvo que parar el partido. Es un momento fortísimo. No quiero que le pase a nadie".
También habló del susto que se llevaron al ver la caída: "Lo peor nos lo teníamos desde el principio porque el médico desde la primera operación nos dijo que pintaba mal. Desde el minuto uno, de la forma de caerse en el campo, piensas en lo peor porque he visto muchos golpes y caídas, pero como esta ninguna".
Francesc lleva jugando al fútbol desde niño y parece que esta lesión no va a impedir que siga haciéndolo: "El fútbol no lo va a dejar. La buena suerte que ha tenido con todo esto es que cuando le dan el golpe y se despierta en la
UCI, se levanta y dice qué hago yo aquí. Si el médico dice que puede seguir jugando al fútbol, pues va a seguir jugando porque lleva haciéndolo desde los tres años".
El padre de
Francesc confía en poder cumplir el sueño de su hijo, visitar el
Sánchez Pizjuán: "Nunca hemos estado en el campo del
Sevilla. Pocos días antes de pasar él decía que tenía que venir con la novia al
Sánchez Pizjuán. Ya le hemos dicho esa promesa y la tenemos que cumplir. Tampoco sabía que la final era
Sevilla-Barça y le pregunté que con qué equipo iba a ir. No me contestó".