No han dejado de hablar desde que
Joaquín Caparrós le transmitiese que era el elegido para su primer proyecto como director de fútbol del Sevilla, pero
Pablo Machín y el utrerano tienen pendiente
un importante encuentro, que se producirá en las próximas horas, para
desgranar uno a uno a todos los jugadores de la actual plantilla y ver, de ese modo, con cuáles podrá contar el soriano y cuántos nuevos le harán falta.
Con
varios agentes a la espera de esa reunión para informar a sus representados (Soria, Pareja, Carriço, Nolito, Ben Yedder...) sobre las intenciones del club, el objetivo es que esta misma semana quede dibujado, además del de su equipo de trabajo,
el boceto general sobre la plantilla del Sevilla 18/19.
Machín no va a ser preso de su sistema, el que le ha llevado a fichar por el club nervionense, pero su primera intención es la de jugar con
un 3-4-2-1 al que puede aplicar pequeñas variantes. Lo que tiene claro el ya expreparador del Girona es que
falta, claramente, un perfil: el de un '9' de área al que surtir de balones desde las bandas.
Cualquier técnico quiere contar con buenos jugadores y Machín es consciente de que
Ben Yedder y Luis Muriel lo son, si bien en principio no sabe bien dónde ubicarlos. "Es verdad que he tenido una forma de jugar, con un nueve referencia, y que
ellos no son ese perfil, pero seguro que se les puede sacar rendimiento", ha reconocido en la sala de prensa. El franco-tunecino, sobre todo, no toleraría volver a tener un papel secundario en el Sevilla, por lo que es posible que se convierta en una de las grandes ventas del club, junto a la de Lenglet, si no renueva, y Nzonzi, a quien Machín no ha querido aún dar por perdido.
Además,
en la media punta tienen más fácil ubicación Sarabia y Franco Vázquez que, por ejemplo, Nolito, un jugador muy de cal y diagonales interiores, pese a que Montella se empeñase en poderle por dentro. Sería, curiosamente, un sitio ideal para
Joaquín Correa, si bien su final de temporada con Caparrós al mando invita a pensar que el club le procurará una salida.
Mientras, en medio centro Machín se quedará únicamente con
Roque Mesa y Éver Banega, si sale, además de
Geis,
Pizarro, quien podría regresar a Tigres.
Atrás, finalmente,
el futuro de casi todos está en el aire. Desde los porteros, pasando por
Pareja y Carriço, quien apenas han contado en la 17/18, hasta
Kjaer -si llega una buena oferta- o
Mercado, a quien sólo le queda un aó de contrato. Se vaya o no Lenglet, no obstante,
la idea pasa por fichar un central zurdo. En la defensa de tres de Machín es clave.
Tienen mucho que hablar entrenador y director de fútbol, y lo van a hacer desde ya. Los miembros de la
secretaría técnica ya tienen preparada una lista de jugadores con distintos perfiles que pueden encajar en la idea de juego del técnico soriano.