Decía
Pablo Machín durante la previa del partido que no iban a
Barcelona a pasar la tarde. Y así fue, salvo los primeros 15 minutos de partido, en los que los de
Nervión se plantaron en el
Camp Nou como de costumbre, con miedo escénico y temiéndole a
Messi más que a una madre con una zapatilla en la mano.
Un complejo de inferioridad más propio del
Sevilla de
Vincenzo Montella en una final de Copa, pero así... Imposible.
Messi, que es la '
bestia negra' del Sevilla, olió el miedo y aprovechó la oportunidad. El argentino, que parecía n
o ser de Rosario, y sí de Castilla y León, debe ser uno de esos niños de los que habla la exministra
Tejerina: tan sólo 15' para dar una asistencia de gol, marcar otro y marcharse lesionado, dejando prácticamente sentenciado un partido que acabaría 4-2, a pesar de los esfuerzos sevillistas durante la segunda mitad.
Una reacción que llegó tarde, demasiado. Con defensa de tres y saliendo a la contra, el planteamiento sevillista se antojaba corto, sudando más que un testigo falso siempre que el
Barça se aproximaba al área de
Vaclik. Partido en dos y con
Éver Banega errando en el pase, los de
Pablo Machín buscaban una presión adelantada a la que le faltaba intensidad y a la que le sobraba, atrás, un
Sergi Gómez que reculaba hasta, prácticamente, meterse bajo palos.
Tras el paso por vestuarios, en cambio, se vio otro
Sevilla, generando un sinfín de ocasiones que no supo materializar, en parte, gracias al acierto de
Ter Stegen. Con el Sevilla más expuesto y buscando las cosquillas culés, los de
Valverde supieron hacer sangre. El marcador no reflejó lo visto sobre el campo.
Recupera a Mercado, pero...Pablo Machín recuperó ayer al argentino
Gabriel Mercado, que volvía de lesión tras seis semanas en el dique seco; una presencia sobre el césped que vino motivada por los problemas físicos de
Kjaer, quien tuvo que ser sustituido.