ANÁLISIS

Messi, en su paraíso del Sánchez-Pizjuán

Messi, en su paraíso del Sánchez-Pizjuán
Messi reinó en el Sánchez-Pizjuán. - Carlos Pérez
Carlos PérezCarlos Pérez3 min lectura
"El Sevilla tiene jugadores superlativos, pero nosotros tenemos al mejor", destacaba Ernesto Valverde tras el 2-4 del Sánchez-Pizjuán. Y es evidente que parar al mejor no es fácil. No en vano, ya se ha intentado de todo. Pablo Machín, sin ir más lejos, ya le puso a su tocayo Maffeo encima durante todo un partido, en un Girona-Barça. Y le funcionó. Este sábado, en cambio, no le hizo ningún marcaje, ni individual ni colectivo.

El técnico soriano lo confió todo al buen hacer del conjunto y, realmente, mientras éste funcionó, el astro argentino no sólo no estuvo bien, sino que además acumulaba errores, como el que dio lugar al 1-0. Realmente, Messi no apareció gracias a la doble sustitución de Valverde en el descanso, sino por las lesiones del Sevilla (Mercado y Wöber) y el consiguiente cambio de sistema de Machín

Quizás el primero, un golazo, se pueda achacar más al tanto de Rakitic y a la genialidad del '10' culé, pero incluso en ése los jugadores de Machín se juntaron en exceso cerca de Vaclik -pese a que el Barça no suele marcar goles de cabeza tras centros laterales-, dejando desmasiado desprotegido el balcón del área.

De ese modo, puede decirse que el Sevilla dio demasiadas facilidades para que Messi siga considerándole, a base de goles, su rival favorito:


1-1 (25:28)





Demasiados jugadores del Sevilla al borde del área pequeña y ninguno en el de la grande, donde se encontraban Coutinho, Suárez y Messi. 

2-2 (66:37)





Tras el error de Vaclik en el despeje, se produce un cuatro vs cinco, a favor del Barça. De nuevo la defensa del Sevilla recula en exceso y Messi recibe solo en la frontal, mandando después el balón a la escuadra. Los locales ya jugaban con 3-5-2

2-3 (84:05) 





En esta ocasión es Aleñá el que encuentra un enorme espacio para recibir. En su disparo, Amadou rompe el fuera de juego de Messi, quien, tras un rebote, supera a Vaclik por alto. 

2-4 (92:19) 



 
Ter Stegen saca en largo, Messi recibe solo, la pone por encima de los tres centrales nervionenses y Amadou, de nuevo, rompe el fuera de juego. Suárez no perdonó ante Vaclik. 

En definitiva, como se aprecia en su mapa de acción, Messi acabó haciendo lo que quiso:

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