El mejor
Monchi se distinguió siempre por vender bien para comprar mejor. Fue una máxima de su gestión al frente de la dirección deportiva y a la que se han ido acogiendo otras entidades. El de
San Fernando nunca tuvo miedo a vender. Lo importante es a quién traes después, repite siempre al que le le pregunta. Eso sí, para vender siempre fue un duro negociador y siempre especificó que las salidas tenían que producirse por ofertas fuera de mercado.
El problema que se puede encontrar
Monchi esta temporada es que no lleguen esas ofertas fuera de mercado y que cuando acuda al mismo sí que le pidan cantidades inalcanzables. Las causas son varias. En primer lugar, los mejores futbolistas del plantel tienen cláusulas que se han quedado desfasadas. Sarabia puede salir por 18 millones o por 22 en el mejor de los casos. Una ganga para un futbolista que ha marcado 23 goles y ha dado 17 asistencias y cuyo valor de mercado está establecido en 40 millones. La cláusula de
Banega es de 20 kilos y el precio de un jugador de su calibre en el mercado será mayor. Por poner un ejemplo, al
Nápoles le parecía demasiado poco incluir una opción de compra de 20 millones por el croata, aún a años luz del argentino. De ahí que en ambos casos la mejor noticia sea una renovación.
Tampoco la cláusula del máximo goleador del
Sevilla es demasiado alta. "Está en el límite", confesaba el propio
Monchi sobre los 40 millones en los que está cifrada la libertad del franco-tunecino. Es una cantidad alta, pero tal y como está el mercado de goleadores no sería fuera de mercado.
Tras estos tres futbolistas hay otros con un gran valor pero que difícilmente saldrán del equipo como
Munir, fichado en enero, o
Bryan Gil, joya de la cantera. Una excepción podría ser
Sergi Gómez, fichado en verano por cinco millones y que ha llegado a ser citado por la selección. Sin embargo, con
Caparrós en el banquillo su papel en el tramo final de la temporada ha sido residual.
Sergi Gómez, junto a
Vaclik, son los dos fichajes que han aprovechado el curso para revalorizarse, si bien el checo es el meta para la temporada próxima y tampoco se hará caja con él. Incorporaciones como
Amadou o Gnagnon, 14 y 15 millones de inversión en cada uno, no han cuajado. Mejor ha estado
Promes, aunque sin llegar a explotar. El
Sevilla pagó 20 millones por él y difícilmente lograría una plusvalía si decide ponerlo en el mercado.
Que no haya grandes plusvalías no significa que el
Sevilla no vaya a hacer caja. Están llamados a salir futbolistas como
Arana o Kjaer, que tienen mercado, aunque tampoco se espera una recaudación espectacular. Otro que podría acabar su ciclo en Nervión es
Franco Vázquez, un futbolista que sigue siendo apetecible, aunque con respecto al italo-argentino no hay ninguna decisión tomada.
Los cedidos que regresan también pueden ser una fuente de ingresos.
Sergio Rico ha declarado que le gustaría seguir en la
Premier tras su año en el
Fulham. El meta tiene buen cartel por su experiencia con el
Sevilla y en la selección. La temporada de
Corchia en el
Benfica no ha sido buena, por lo que en el caso de una venta tampoco se espera una gran cantidad.
RecursosAl margen de que se produzcan esas ventas, el
Sevilla ha generado recursos suficientes en los últimos años para que
Monchi pueda ir con garantías al mercado y poder hacer un plantel competitivo. Como ha repetido el de San Fernando, sea cuales sean las circunstancias, de lo único que dependerá la confección del plantel es de su habilidad para negociar.