Su regreso a
Nervión generó alegría y expectación pero pocos podían imaginar el superlativo rendimiento de Jesús
Navas ya instalado en la treintena. No sólo está cumpliendo con creces en su segunda etapa como sevillista, sino que su aportación en una posición más retrasada de la que ocupaba antes de marcharse ha resultado hasta el momento sobresaliente.
Hasta el punto de que es imprescindible como carrilero y que en muchos partidos el Sevilla ha sostenido su juego sobre sus cabalgadas por banda.
Tanto es así, que ha conseguido regresar a la selección, con la que ya fue campeón del mundo en 2010, a los 33 años por puro merecimiento, reclamando además la titularidad con destacadas actuaciones. Por tanto, el palaciego parece no tener techo y nadie duda de que todavía le queda cuerda para rato para establecer nuevas marcas en su carrera.
De momento, tal y como resalta el club en su web, ha superado ya los setecientos (702) partidos oficiales entre el Sevilla, el
Manchester City y el combinado nacional, y está a diecinueve encuentros de llegar a los quinientos en el equipo hispalense, barrera que tiene a su alcance en la venidera campaña.
En dieciséis temporadas como profesional suma 481 encuentros con la camiseta del
Sevilla -88 en su segunda etapa-, 183 con la del City y 38 con la nacional.
Navas, que el próximo noviembre cumplirá 34 años, afronta la tercera temporada de las cuatro que firmó en su segunda etapa como sevillista, equipo en el que se ha reconvertido en lateral derecho con un gran rendimiento.
Formado en el
Sevilla, al que llegó con 15 años y con el que debutó en el primer equipo con 18, regresó a su club de toda la vida tras cuatro ejercicios en el
Manchester City, con el que se proclamó campeón de la
Premier y de dos
Copas de la Liga.
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