El sorteo de los octavos de final de la Liga de Campeones le deparó al Sevilla un
Borussia Dortmund que actualmente
anda en una crisis honda, aunque es claro que
hasta febrero pueden pasar muchas cosas y que el subcampeón alemán podría encontrar otra vez su mejor versión.
Si se mira la situación hoy, el Dortmund es un equipo que
acaba de tocar fondo con la goleada encajada por 1-5 ante el Stuttgart, que precipitó la destitución del entrenador Lucien Favre.
El sucesor del Favre hasta el verano será
Edin Terzic, que hasta ahora era parte del equipo técnico y el pasado había sido ojeador del Dortmund.
Todavía no es posible decir cómo cambiará la idea del juego del Dortmund con Terzic en el banquillo. Se espera, sin embargo, que el equipo apueste más por la agresividad en la presión, que se intente un fútbol más directo que el practicado por Favre y que se abandonen los continuos cambios en el sistema que caracterizaban al suizo.
La herencia de Favre está en los muchos jugadores jóvenes a los que ha dado la alternativa. Giovanni Reyna, por ejemplo, se ha convertido en titular habitual a los 17 años.
Entre las cosas que ocurrirán de aquí a febrero será el regreso de
Erling Haaland, actualmente con una lesión muscular. La debacle ante el Stuttgart no puede ser atribuida a la ausencia de Haaland, el problema estuvo en defensa, pero es claro que el Dortmund es otro equipo con el goleador noruego en el campo de juego.
También regresarán otros jugadores lesionados, como el lateral derecho
Thomas Meunier, y algunos que ya han regresado de lesiones pueden tener para ese momento un mejor estado de forma.
En este último capítulo es importante el capitán
Marco Reus que, tras seis meses de baja, ha vuelto a las canchas pero todavía está lejos de ser quien era antes.
Es bastante probable que en el camino para salir de la crisis lo veteranos, como
Mats Hummels o Emre Can, asuman un papel importante, sobre todo en la organización de la defensa.
Can puede tener un papel importante en el centro de la defensa o en el centro del campo formando doble pivote con el belga
Axel Witsel que suele ser clave en la organización del equipo.
En el ataque, cuando Haaland vuelva, la idea ofensiva girará muy probablemente otra vez alrededor suyo.
Una de las principales armas del noruego es su velocidad, que le permite ganarle la espalda a la defensa contraria cuando recibe balones en profundidad. En el área, suele ser contundente con las dos piernas.
Detrás de él,
Jadon Sancho, que hasta ahora no ha tenido una temporada tan brillante como la anterior, y Reyna o Thorgan Hazard -habrá que esperar la apuesta de Terzic-, lo apoyan por las bandas y Reus puede convertirse en fijo en la media punta por el centro para cuando lleguen los partidos contra el Sevilla.
Un jugador que suele ser clave en los partidos importantes es el portugués Raphael Guerreiro, un lateral izquierdo con clara vocación ofensiva y con llegada al área.
A partir de la plantilla que tiene el Dortmund tiene que empezar a reiventarse ya a partir de esa semana. El éxito o el fracaso de ese proceso determinarán qué tipo de rival se enfrentará al Sevilla en febrero.
En la cúpula del club hay un convencimiento general de que la plantilla da para mucho más que lo mostrado ante el Stuttgart. En la parte de adelante -con la excepción del insustituible Haaland- las alternativas son múltiples.
Hazard puede jugar en lugar de
Sancho o Reyna, Julian Brandt en lugar de Reus. Más atrás está la alternativa de
Jude Bellingham, que ha hecho buenos partidos, para relevar a Can o a Witsel.
Alineación tipo:Bürki; Meunier, Hummels, Akanji, Guerreiro; Witsel, Can; Sancho, Reus, Reyna o Thorgan Hazard; y Haaland.
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